Santo Rosario.
Por la señal...
Monición inicial: Se hace hoy memoria del tránsito de San Benito en el año 547. Patrono
principal de Europa, nacido en Nursia, en Umbria, pero educado en Roma, abrazó
luego la vida eremítica donde pronto se vio rodeado de muchos discípulos. Su Regla siendo hoy un medio adecuado para la
vida de entrega al Señor. En ella, San Benito no menciona a la Virgen, pero si
sus actitud de perfecta obediencia a Dios.
Pidiendo la gracia de imitar las virtudes de la Virgen María, ofrecemos
este rosario por Europa para que sea fiel a sus raíces cristianas..
Señor mío
Jesucristo...
MISTERIOS DOLOROSOS
1. La Oración
de Jesús en el Huerto
“Si
cuando queremos sugerir algo a hombres poderosos, no osamos hacerlo sino con
humildad y reverencia, con cuánta mayor
razón se ha de suplicar al Señor Dios de todas las cosas con toda humildad y
pura devoción. Y sepamos que seremos escuchados, no por hablar mucho, sino por
la pureza de corazón y compunción de lágrimas. Por eso la oración debe ser
breve y pura, a no ser que se prolongue por un afecto inspirado por la gracia
divina, pero en comunidad abréviese la oración en lo posible, y cuando el
superior dé la señal, levántense todos juntos.”
2. La flagelación
de Jesús atado a la columna.
“Vamos,
pues, a instituir una escuela del servicio divino, y al hacerlo, esperamos no
establecer nada que sea áspero o penoso. Pero si, por una razón de equidad,
para corregir los vicios o para conservar la caridad, se dispone algo más
estricto, no huyas enseguida aterrado del camino de la salvación, porque éste
no se puede emprender sino por un comienzo estrecho.
3. La
coronación de espinas
“El
cuarto grado de humildad consiste en que, en la misma obediencia, así se impongan
cosas duras y molestas o se reciba cualquier injuria, uno se abrace con la
paciencia y calle en su interior, y soportándolo todo, no se canse ni desista,
pues dice la Escritura: "El que perseverare hasta el fin se salvará",
y también: "Confórtese tu corazón y
soporta al Señor.”
4. Nuestro
Señor con la cruz a cuestas camino del Calvario
“El
segundo grado de humildad consiste en que uno no ame su propia voluntad, ni se
complazca en hacer sus gustos, sino que imite con hechos al Señor que dice:
"No vine a hacer mi voluntad sino la de Aquel que me envió". Dice
también la Escritura: "La voluntad tiene su pena, y la necesidad engendra
la corona." El tercer grado de humildad consiste en que uno, por amor de
Dios, se someta al superior en cualquier obediencia, imitando al Señor de quien
dice el Apóstol: "Se hizo obediente hasta la muerte.”
5. La
crucifixión y muerte del Señor
“Cuando
progresamos en la vida monástica y en la fe, se dilata nuestro corazón, y corremos
con inefable dulzura de caridad por el camino de los mandamientos de Dios. De
este modo, no apartándonos nunca de su magisterio, y perseverando en su
doctrina en el monasterio hasta la muerte, participemos de los sufrimientos de
Cristo por la paciencia, a fin de merecer también acompañarlo en su reino.”