COMENTARIO AL EVANGELIO
III DOMINGO DE CUARESMA
Forma Extraordinaria del Rito Romano
LA PASION DE CRISTO. “La pasión de Cristo ha preparado al hombre un
remedio, con el cual puede defenderse contra los ataques del enemigo, para no
caer en el abismo de la muerte eterna; y todos los que antes de la pasión de
Cristo resistían al diablo, lo podían resistir por la fe en la pasión de
Cristo. Sin embargo, antes de la consumación de esta pasión había algo en lo
que nadie podía escapara de las manos del diablo, a saber, el descenso al
infierno. De este descenso pueden defenderse los hombres después de la pasión
de Cristo por virtud de esta” (3q.49 a 2 ad 2).
EL HOMBRE CUENTA PARA LUCHAR CON EL AUXILIO DE LA GRACIA.- “Para
que el combate no tenga lugar en condiciones desiguales, el hombre recibe una
compensación principalmente por el auxilio de la divina gracia y secundariamente
por el auxilio de los ángeles. En este sentido Eliseo decía a su ministro (4
Reg. 6,16): Nada temas; los que están con
nosotros son más que los que están con ellos” (1 q.114 a.1ad.2).
EN EL BAUTISMO, LA PRIMERA DERROTA DEL DEMONIO .- “Todos lo no
bautizados están sometidos a la potestad de los demonios, por lo menos en
virtud del reato del pecado original. Los exorcismos destruyen la potestad del
demonio en cuanto este impide al hombre la percepción del sacramento. El
exorcismo se ordena contra las impugnaciones de los demonios que proviene de lo
anterior” (3 q.71 a.2 ad 1,2 y 3). “Por
las cosas que se hacen en el exorcismo, se alejan dos clases de obstáculos para
la percepción de la gracia saludable. El uno de ellos es extrínseco, los
intentos de los demonios por impedir la salvación del hombre; y este
impedimento se quita por medio de los soplos, con los que se expele la potestad
del demonio” (3 q. 71 a 3c).
Santo Tomas de Aquino