jueves, 30 de marzo de 2017

EL ROSARIO DE HOY CON SAN JUAN CLÍMACO



 Santo Rosario
Por la señal... 
Monición inicial: Meditamos el rosario de hoy con San Juan Clímaco, monje del siglo VII que es maestro espiritual para todos.
Señor mío Jesucristo... 
MISTERIOS LUMINOSOS
1.-El Bautismo del Señor en el Jordán
“Amigos de Dios, venerado Padre, según nosotros lo entendemos — ignorantes y rudos como somos —, son aquellas substancias intelectuales e incorporales que lo rodean. Sus fieles servidores son aquellos que en todo, infatigablemente y sin hesitar, hacen Su santísima voluntad. Sus servidores inútiles son aquellos que, habiendo sido lavados con el agua del Santo Bautismo, no cumplen el compromiso contraído. Nosotros consideramos como extraños y enemigos de Dios a todos aquellos que viven sin el bautismo o cuya fe está plagada de errores. Sus adversarios, finalmente, son aquellos que, no contentos con haber sacudido de sí el yugo de la ley de Dios, persiguen con todas sus fuerzas a quienes procuran guardarla.”
2.-El Milagro de las Bodas de Cana
“No estés tranquilo antes de haber recibido tu sentencia, pensando en el invitado que ha entrado ya en la sala de bodas, y échalo a las tinieblas exteriores, atado de pies y manos.”
3.- El anuncio del Reino invitando a la conversión.
“La disminución del mal produce la abstención del mal, y esta abstención es el comienzo de la conversión; el comienzo de la conversión es el inicio de la salvación y este inicio es una buena resolución, y una buena resolución es la madre de los trabajos. El comienzo de los trabajos son las virtudes, las virtudes tienen su flor y en esta flor está el principio de la vida activa. El retoño de la virtud es la perseverancia, y el fruto de una práctica perseverante es la costumbre, que genera una manera de ser constante. La orientación hacia el bien que llegó a ser constante es madre del temor; el temor da origen al respeto por los mandamientos celestiales y terrenales; y este respeto es signo de caridad; el comienzo de la caridad es la abundancia de humildad; y esta abundancia es hija de la impasibilidad; la adquisición de esta última es la plenitud de la caridad, es decir, la perfecta presencia de Dios en los que, practicándola, llegaron a ser puros de corazón. Pues verán a Dios (cf. Mt 5:8). A El gloria por los siglos de los siglos. Amén..”
4.-La Transfiguración del Señor
“Aquellos que, revestidos de esta carne mortal desean emprender la ascensión al cielo, deberán necesariamente hacerse violencia y sufrir sin cesar (cf. Mt. 11:12), sobre todo al comienzo de su renunciación, hasta que la inclinación al placer de su corazón insensible se vea transformada en una disposición estable de amor por Dios y por la pureza gracias a una compunción manifiesta.
5.- La institución de la Eucaristía
“Hermano venerable: el alma, como el ciervo, después de haber destruido las serpientes, se consume de deseo y languidece por el Señor (cf. Sal 41:2 y 83:2), herida por el fuego de la caridad como por una flecha. El efecto del hambre es algo latente e impreciso; pero el efecto de la sed es intenso y evidente y muestra a todos el ardor que nos quema. Por eso, quien desea a Dios, grita: "Tiene mi alma sed de Dios, del Dios vivo" (Sal 41:3).”