Santo Rosario
Por la
señal...
Monición
inicial: Meditamos el rosario de hoy con San Juan
Clímaco, monje del siglo VII que es maestro espiritual para todos.
Señor mío Jesucristo...
MISTERIOS
LUMINOSOS
1.-El Bautismo del Señor en el Jordán
“Amigos de Dios,
venerado Padre, según nosotros lo entendemos — ignorantes y rudos como somos —,
son aquellas substancias intelectuales e incorporales que lo rodean. Sus fieles
servidores son aquellos que en todo, infatigablemente y sin hesitar, hacen Su santísima
voluntad. Sus servidores inútiles son aquellos que, habiendo sido lavados con
el agua del Santo Bautismo, no cumplen el compromiso contraído. Nosotros
consideramos como extraños y enemigos de Dios a todos aquellos que viven sin el
bautismo o cuya fe está plagada de errores. Sus adversarios, finalmente, son
aquellos que, no contentos con haber sacudido de sí el yugo de la ley de Dios,
persiguen con todas sus fuerzas a quienes procuran guardarla.”
2.-El Milagro de las Bodas de Cana
“No estés tranquilo
antes de haber recibido tu sentencia, pensando en el invitado que ha entrado ya
en la sala de bodas, y échalo a las tinieblas exteriores, atado de pies y manos.”
3.- El anuncio del Reino invitando a la conversión.
“La disminución del
mal produce la abstención del mal, y esta abstención es el comienzo de la
conversión; el comienzo de la conversión es el inicio de la salvación y este
inicio es una buena resolución, y una buena resolución es la madre de los
trabajos. El comienzo de los trabajos son las virtudes, las virtudes tienen su
flor y en esta flor está el principio de la vida activa. El retoño de la virtud
es la perseverancia, y el fruto de una práctica perseverante es la costumbre,
que genera una manera de ser constante. La orientación hacia el bien que llegó
a ser constante es madre del temor; el temor da origen al respeto por los
mandamientos celestiales y terrenales; y este respeto es signo de caridad; el
comienzo de la caridad es la abundancia de humildad; y esta abundancia es hija
de la impasibilidad; la adquisición de esta última es la plenitud de la
caridad, es decir, la perfecta presencia de Dios en los que, practicándola,
llegaron a ser puros de corazón. Pues verán a Dios (cf. Mt 5:8). A El gloria
por los siglos de los siglos. Amén..”
4.-La Transfiguración del Señor
“Aquellos que,
revestidos de esta carne mortal desean emprender la ascensión al cielo, deberán
necesariamente hacerse violencia y sufrir sin cesar (cf. Mt. 11:12), sobre todo
al comienzo de su renunciación, hasta que la inclinación al placer de su
corazón insensible se vea transformada en una disposición estable de amor por
Dios y por la pureza gracias a una compunción manifiesta.
5.- La institución de la Eucaristía
“Hermano venerable:
el alma, como el ciervo, después de haber destruido las serpientes, se consume
de deseo y languidece por el Señor (cf. Sal 41:2 y 83:2), herida por el fuego
de la caridad como por una flecha. El efecto del hambre es algo latente e
impreciso; pero el efecto de la sed es intenso y evidente y muestra a todos el
ardor que nos quema. Por eso, quien desea a Dios, grita: "Tiene mi alma
sed de Dios, del Dios vivo" (Sal 41:3).”