LA PALABRA DEFINITIVA DE
DIOS
Reflexión diaria acerca de la Palabra de
Dios.
Todo el Pueblo de Dios, ha de esforzarse para tener
cada vez más familiaridad con la Sagrada Escritura. Nunca hemos de olvidar que
el fundamento de toda espiritualidad cristiana auténtica y viva es la
Palabra de Dios anunciada, acogida, celebrada y meditada en la Iglesia.
Esta relación con la divina Palabra será tanto más intensa cuanto más seamos
conscientes de encontrarnos ante la Palabra definitiva de Dios sobre el cosmos
y sobre la historia, tanto en la Sagrada Escritura como en la Tradición viva de
la Iglesia.
Como nos hace contemplar el Prólogo del Evangelio de
Juan, todo el ser está bajo el signo de la Palabra. El Verbo sale del Padre y
viene a vivir entre los suyos, y retorna al seno del Padre para llevar consigo
a toda la creación que ha sido creada en Él y para Él. La Iglesia vive ahora su
misión en expectante espera de la manifestación escatológica del Esposo: «el
Espíritu y la Esposa dicen: ¡Ven!» (Ap 22,17). Esta espera nunca es
pasiva, sino impulso misionero para anunciar la Palabra de Dios que cura y
redime a cada hombre: también hoy, Jesús resucitado nos dice: «Id al mundo
entero y proclamad el Evangelio a toda la creación» (Mc 16,15).
Cfr. Verbum Domini, 121