MARTES DE LA II DE CUARESMA
Forma
Extraordinaria del Rito Romano
Entonces,
dirigiendo Jesús su palabra al pueblo y a sus discípulos, les dijo: Los escribas, o doctores de la ley,
y los fariseos, están sentados en la cátedra de Moisés: practicad, pues, y
haced todo lo que os dijeren; pero no arregléis vuestra conducta por la suya,
porque ellos dicen lo que se debe hacer, y no lo hacen.
El hecho es
que van atando cargas pesadas e insoportables, y las ponen sobre los hombros de
los demás cuando ellos no quieren ni aplicar la punta del dedo para
moverlas. Todas sus obras las hacen con
el fin de ser vistos de los hombres; por lo mismo llevan las palabras de la ley
en cintas más anchas, y más largas las franjas u orlas de su vestido. Aman también los primeros asientos en los
banquetes, y las primeras sillas en las sinagogas,
y ser
saludados en la plaza, y que los hombres les den el título de maestros o
doctores. Vosotros, por el contrario, no habéis de querer ser saludados
maestros, porque uno solo es vuestro Maestro, y todos vosotros sois
hermanos. Tampoco habéis de llamar a
nadie sobre la tierra Padre vuestro; pues uno solo es vuestro verdadero Padre,
el cual está en los cielos. Ni debéis
preciaros de ser llamados maestros, porque el Cristo es vuestro único
Maestro. En fin, el mayor entre vosotros
ha de ser ministro o criado vuestro. Que
quien se ensalzare será humillado, y quien se humillare será ensalzado.