martes, 26 de octubre de 2021

AMOR DE DIOS (2) MES DEL ROSARIO. DÍA 27

MES DEL ROSARIO

 

Postrados ante una imagen de la Santísima Virgen (si es posible de Nuestra Señora del Rosario) se dirá:

Por la señal...

 

Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, por ser Vos quien sois, bondad infinita, me pesa de haberos ofendido y propongo con vuestra gracia no pecar más; lo que espero mee concederéis por vuestra pasión y muerte, para perseverar en vuestro servicio hasta alabaros en el cielo. Amén

 

Se lee y medita la reflexión de cada día.

 

 

Día 27

La venida del Espíritu Santo

AMOR DE DIOS

La Santísima Virgen, Esposa del Espíritu Santo, es la mejor medianera para atraer sobre nosotros el Divino Espíritu para que nos llene de sus frutos y dones y con ellos poder agradar a Dios. Con todo el fervor de nuestro corazón pidamos a nuestra Celestial Madre que el Espíritu Santo inflame en nosotros el fuego sagrado de su santo amor, que nos alcance sus dones la divina Sabiduría para saber cumplir la Voluntad de Dios; el don de Entendimiento que nos haga entender las cosas de Dios para nuestro provecho y el del prójimo y con Su Ciencia poder discernir lo que es bueno y lo que es malo para seguir lo primero y apartarnos de lo segundo, para lo cual necesitamos el don de Fortaleza que nos sostenga, y por nada ni por nadie apartarnos del camino del bien que nos hemos propuesto seguir.

La Santísima Virgen, que es Madre del buen Consejo, nos concederá que el Espíritu Santo nos comunique este don de Consejo con el cual conduzcamos a nuestros prójimos Dios, convenciéndoles con nuestras exhortaciones que deben ir avaloradas con nuestro buen ejemplo. Y puesto que por nosotros mismos nada bueno podemos, necesitamos don de Piedad, de la verdadera piedad sólida y práctica, por la que merezcamos sean oídas nuestras oraciones, y con el santo Temor de Dios consigamos vencer a nuestros enemigos·, siendo nuestra vida de verdaderos cristianos, mereciendo las bendiciones del Señor por cumplir fielmente su primer mandamiento: Amar a Dios sobre todas las cosas.

¡Qué dichosa sería nuestra vida si la empleásemos toda en el amor de Dios! Este amor constituye la dicha de los bienaventurados y debe constituir la nuestra. Tenemos en la santa Eucaristía el amor de los amores, nuestro buen Jesús. Acerquémonos diariamente a Él, recibámosle en nuestro corazón deseosos de que nos comunique su amor, y ese amor y esta unión con el Dios del amor, será nuestra felicidad, llenándonos de los dones y de los frutos del Espíritu Santo, pues por la Sagrada Comunión este Espíritu se comunica con nuestras almas.

La Santísima Virgen, Madre del Amor Hermosos, nos conceda estemos siempre inflamados en el amor de Dios.

 

PRÁCTICA

Al prepararnos para la Sagrada Comunión pidamos a la Santísima Virgen que su Divino Hijo nos conceda un verdadero amor de Dios.

 

PETICIÓN

Jaculatoria. Oh, María, Madre de la Divina gracia, ruega por