EVANGELIO DEL DÍA
XV DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS
Forma Extraordinaria del Rito Romano
En aquel tiempo iba Jesús camino de una ciudad llamada Naín, y caminaban con él sus discípulos y mucho gentío. Cuando se acercaba a la puerta de la ciudad, resultó que sacaban a enterrar a un muerto, hijo único de su madre, que era viuda; y un gentío considerable de la ciudad la acompañaba. Al verla el Señor, se compadeció de ella y le dijo: «No llores». Y acercándose al ataúd, lo tocó (los que lo llevaban se pararon) y dijo: «¡Muchacho, a ti te lo digo, levántate!». El muerto se incorporó y empezó a hablar, y se lo entregó a su madre. Todos, sobrecogidos de temor, daban gloria a Dios, diciendo: «Un gran Profeta ha surgido entre nosotros», y «Dios ha visitado a su pueblo».
COMENTARIOS AL EVANGELIO
Homilía de maitines LA SANTA IGLESIA SE REGOCIJA AL VER LOS HOMBRES QUE CADA DÍA RESUCITAN ESPIRITUALMENTE. San Agustín
TRES MUERTOS RESUCITADOS POR JESUCRISTO. San Agustín
Juan Pablo II ¡LEVÁNTATE!
Benedicto XVI LA MIRADA DE JESÚS