PALABRA DE DIOS Y TIERRA SANTA
Reflexión diaria acerca de la Palabra de
Dios.
El Verbo de Dios se hizo carne en el seno de María de Nazaret, en un
momento preciso y en un lugar concreto, en una franja de tierra fronteriza del
imperio romano. Por lo que miramos con gratitud aquella Tierra, en la que Jesús
ha nacido, ha vivido y se ha entregado a sí mismo por todos nosotros. Tierra
Santa es «el quinto Evangelio».
Los cristianos que viven en la Tierra de Jesús están llamados no sólo a
servir como «un faro de fe para la Iglesia universal, sino también levadura de
armonía, sabiduría y equilibrio en la vida de una sociedad que tradicionalmente
ha sido, y sigue siendo, pluralista, multiétnica y multirreligiosa».
La Tierra Santa sigue siendo todavía hoy meta de peregrinación del pueblo
cristiano, como gesto de oración y penitencia, avivando en nosotros tanto el
deseo de la Jerusalén celestial, verdadera meta de toda peregrinación, como la
pasión de que el nombre de Jesús, el único que puede salvar, sea reconocido por
todos.
Cfr.
Verbum Domini, 89