jueves, 16 de febrero de 2017

EL ROSARIO DE HOY CON SAN JOSÉ ALLAMANO



 Por la señal... 
Monición inicial: Entre los santos de este día, se celebra al beato Jose Allamano, sobrino de San José Cafasso. San Juan Bosco fue su confesor y el que le ayudó a madurar y dar los pasos hacia el sacerdocio. Fue sacerdote diocesano de Turín y fundador del Instituto de los Misioneros y Misioneras de la Consolata para la Misiones. Murió en 1926.
Muy joven fue nombrado rector del santuario mariano de la Consolata. Durante toda su vida, inculcó a sus misioneros y misioneras una tierna y fuerte devoción a la Virgen bajo el nombre de Consolata. Más de una vez dirá que la "verdadera Fundadora es la Consolata y él simplemente su instrumento".
"La Consolata es nuestra de una manera especial. Debemos estar orgullosos de tenerla como patrona. Estar santamente orgullosos de que nuestro Instituto es de la Santísima Consolata”.
Pongamos nuestras vidas confiados en los brazos de María, recibamos su consuelo y también nosotros seamos portadores de consuelos para los que nos rodean. Ofrecemos este rosario por los misioneros “ad gentes”.
Señor mío Jesucristo...
MISTERIOS LUMINOSOS
1.-El Bautismo del Señor en el Jordán
“Buscad sólo a Dios y su santa voluntad.”
2.-El Milagro de las Bodas de Cana
“Es necesario confiar en Dios pero también comprometerse en responderle... A veces el Señor quiere probarnos un poco y nos hace esperar. Con esto quiere recordarnos que somos pobres, que nuestro dueño es Él. Pero si respondemos a su llamado, siempre nos bendecirá.”
3.- El anuncio del Reino invitando a la conversión.
“Apostad por la transformación del ambiente, no sólo la de los hombres.”
4.-La Transfiguración del Señor
“La paciencia es la virtud que modera la tristeza provocada por los males presentes; modera los movimientos del ánimo, para que no sea oprimido por las adversidades y permanezca estable, soportándolas con tranquilidad.”
5.- La institución de la Eucaristía
“Jesús, queriéndonos dejar un don, se dio a sí mismo. Ya tenemos el paraíso en la tierra. En este Sacramento realmente encontramos todos los tesoros de la sabiduría y la ciencia  divina.  Dándose  a    mismo,  Jesús  nos  dio  todo.  San Agustín  dice:  "Aunque era omnipotente, no le fue posible darnos más. Aunque era extremadamente sabio, no supo darnos más. Aunque era muy rico, no pudo darnos más.”