Por la señal...
Monición inicial: Entre los santos de este día, se celebra al beato Jose Allamano, sobrino
de San José Cafasso. San Juan Bosco fue su confesor y el que le ayudó a madurar
y dar los pasos hacia el sacerdocio. Fue sacerdote diocesano de Turín y
fundador del Instituto de los Misioneros y Misioneras de la Consolata para la
Misiones. Murió en 1926.
Muy joven fue nombrado rector del santuario mariano de la Consolata.
Durante toda su vida, inculcó a sus misioneros y misioneras una tierna y fuerte
devoción a la Virgen bajo el nombre de Consolata. Más de una vez dirá que la
"verdadera Fundadora es la Consolata
y él simplemente su instrumento".
"La
Consolata es nuestra de una manera especial. Debemos estar orgullosos de
tenerla como patrona. Estar santamente orgullosos de que nuestro Instituto es
de la Santísima Consolata”.
Pongamos nuestras vidas confiados en los brazos de María, recibamos su
consuelo y también nosotros seamos portadores de consuelos para los que nos
rodean. Ofrecemos este rosario por los misioneros “ad gentes”.
Señor mío Jesucristo...
MISTERIOS LUMINOSOS
1.-El Bautismo del Señor en el Jordán
“Buscad
sólo a Dios y su santa voluntad.”
2.-El Milagro de las Bodas de Cana
“Es
necesario confiar en Dios pero también comprometerse en responderle... A veces
el Señor quiere probarnos un poco y nos hace esperar. Con esto quiere
recordarnos que somos pobres, que nuestro dueño es Él. Pero si respondemos a su
llamado, siempre nos bendecirá.”
3.- El anuncio del Reino invitando a la conversión.
“Apostad
por la transformación del ambiente, no sólo la de los hombres.”
4.-La Transfiguración del Señor
“La
paciencia es la virtud que modera la tristeza provocada por los males
presentes; modera los movimientos del ánimo, para que no sea oprimido por las
adversidades y permanezca estable, soportándolas con tranquilidad.”
5.- La institución de la Eucaristía
“Jesús,
queriéndonos dejar un don, se dio a sí mismo. Ya tenemos el paraíso en la
tierra. En este Sacramento realmente encontramos todos los tesoros de la
sabiduría y la ciencia divina. Dándose
a sí mismo, Jesús
nos dio todo.
San Agustín dice: "Aunque era omnipotente, no le fue
posible darnos más. Aunque era extremadamente sabio, no supo darnos más. Aunque
era muy rico, no pudo darnos más.”