I DOMINGO DE CUARESMA
Forma Extraordinaria del Rito Romano
Entonces
Jesús fue llevado al desierto por el Espíritu para ser tentado por el diablo. Y
después de ayunar cuarenta días con sus cuarenta noches, al fin sintió hambre.
El tentador se le acercó y le dijo: «Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras
se conviertan en panes». Pero él le contestó: «Está escrito: “No solo de pan
vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”». Entonces el
diablo lo llevó a la ciudad santa, lo puso en el alero del templo y le dijo:
«Si eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: “Ha dado órdenes a
sus ángeles acerca de ti y te sostendrán en sus manos, para que tu pie no
tropiece con las piedras”». Jesús le dijo: «También está escrito: “No tentarás
al Señor, tu Dios”». De nuevo el diablo lo llevó a un monte altísimo y le
mostró los reinos del mundo y su gloria, y le dijo: «Todo esto te daré, si te
postras y me adoras». Entonces le dijo Jesús: «Vete, Satanás, porque está
escrito: “Al Señor, tu Dios, adorarás y a él solo darás culto”». Entonces lo
dejó el diablo, y he aquí que se acercaron los ángeles y lo servían.
Mt 4,1-11