Santo Rosario.
Por la señal...
Monición
inicial: Se
hace hoy memoria de san Gabriel de la Dolorosa, religioso pasionista que murió
con 24 años. Al sentir la vocación religiosa, no dudo en abandonar el futuro
prometedor que le ofrecía el mundo. Se
distinguió particularmente por su devoción a la Virgen Dolorosa y a la que
decía: “Madre mía, mi paraíso son tus
dolores.”
Imitemos
su amor a la Virgen y ofrezcamos este rosario por aquellos jóvenes que sienten la llamada a consagrarse a Dios
para que respondan generosamente y para que los jóvenes cristianos sean luz y
sal en medio de la sociedad.
Señor mío Jesucristo...
MISTERIOS GOZOSOS
1.- La encarnación del Hijo de Dios en las entrañas
purísimas de la Virgen María.
“Soy
muy feliz, más de lo que tú puedes imaginarte, ¡de verdad! Desde que Dios me
llamó siento una dicha inmensa, un gozo íntimo que me llena de paz. Me quedaré
aquí, y no te preocupes... ¿Sabes lo que vamos a hacer? Vamos a abandonarnos en
brazos de nuestro Padre Dios, ¿quieres? El cuida de sus hijos".
2.-La Visitación de Nuestra Señora a su prima santa
Isabel.
“Creo
que por Vuestra humildad, ocultasteis a San José Vuestra Maternidad, aunque
aparentemente pareciera necesario manifestárselo, y que servisteis a Sta.
Isabel y que en la tierra buscasteis siempre el último puesto.”
3.-El nacimiento del Niño Dios en el portal de Belén
Creo
que Vuestra dignidad es superior a todos los ángeles y santos y que es tanta
Vuestra perfección, que solo Dios puede conocerla. Creo que después de Dios, es
ser Madre de Dios, y que por tanto no pudisteis estar más unida a Dios sin ser
el mismo Dios, como decía San Alberto.
4.-La purificación de Nuestra Señora y presentación del
Niño Jesús en el templo
"¿Quieres
amar? ¡Sí! Ama... pero a María. ¡Si supieras qué amor tan grande nos tiene
nuestra Madre María!"
5.- El niño Jesús perdido y hallado en el templo
“Creo
que, como revelasteis a Sta. Brígida, tuvisteis tan bajo concepto de Vos misma
porque sabíais que todo lo habíais recibido de Dios, por ello en nada
buscasteis Vuestra Gloria, sino la de Dios únicamente. Creo con San Bernardo
que ninguna criatura del mundo es comparable con Vos en la humildad.”