Santo Rosario.
Por la señal...
Monición
inicial: En este último domingo
del año, meditemos el santo rosario en torno a la Realeza de Nuestro Señor
Jesucristo y pidamos con verdadera fe:
Venga a nosotros tu Reino, Señor,
reino de paz y de justicia,
reino de vida y verdad,
reino de amor y caridad.
Venga tu Reino, Señor, por medio del reinado
del Inmaculado Corazón de María,
tu santísima Madre.
¡A los Sagrados Corazones de Jesús y de María
sean el amor, el honor y la gloria,
por los siglos de los siglos! Amén.
Señor
mío Jesucristo…
MISTERIOS
GLORIOSOS
1.-La Resurrección del Señor.
Cristo tiene que
reinar hasta que Dios haga de sus enemigos estrados de sus pies.”
Cristo resucitado es el “vencedor del pecado y
de la muerte, es el principio de nuestra justificación y de nuestra resurrección:
ya desde ahora nos procura la gracia de la adopción filial, que es real
participación de su vida de Hijo unigénito; más tarde, al final de los tiempos,
Él resucitará nuestro cuerpo.”
Pidamos que él triunfe sobre nuestro pecado y sobre nuestra
muerte, hasta que lleguemos a participar de su resurrección. Será el triunfo de
la realeza de Cristo sobre nosotros. Cristo tiene que reinar hasta que Dios
haga de sus enemigos estrados de sus pies.”
2.- La Ascensión del Señor
“Dios asciende
entre aclamaciones, el Señor al son de trompetas.”
Cristo subió a los cielos y se sentó a la
derecha del Padre. Desde entonces el Señor reina con su humanidad en la gloria
eterna de Hijo de Dios, intercede incesantemente ante el Padre en favor
nuestro, nos envía su Espíritu y nos da la esperanza de llegar un día junto a
Él, al lugar que nos tiene preparado.
Pidamos que mientras vivimos peregrinos en este mundo hacia
la patria celestial nos sometamos a su dulce y suave reinado haciendo solamente
su voluntad.
3.- La Venida del Espíritu Santo sobre los Apóstoles reunidos en torno a la
Virgen María
“El que quiera
ser primero entre vosotros
sea vuestro
servidor.”
Cristo Rey envía a los apóstoles el Espíritu
Santo que los impulsa a anunciar a todas las naciones que el Reino de Dios ha
llegado y a cumplir la misión de bautizar a todas las gentes. Cada cristiano,
por la acción del Espíritu Santo en el Bautismo participa de su realeza.
Pidamos que imitando
a Jesucristo, que siendo rey del universo se hizo siervo de todos, sobre todo
de los pobres y los que sufren, así también nosotros lo hagamos.
4.- La Asunción de María Santísima a los Cielos
“Vendré y os
llevaré conmigo.”
La Virgen María, la primera redimida, la
primera y mejor discípula que se proclama “esclava” del Señor, la que de forma
singular participa en la obra redentora, es llevada al cielo en cuerpo y alma
para participar de la victoria y reinado de su Hijo, el Rey de Reyes.
Pidamos que nosotros amemos y sirvamos a tan gran Señora,
que nos ha sido dada como Madre. Honrémosla, imitando sus virtudes.
5.- La Coronación De La Virgen Como Reina Y Señora De Todo Lo Creado.
“Pondré sobre tu
cabeza una corona de oro fino.”
Como Madre de todo los hombres, Ella se
preocupa de todo ellos, pues ha sido constituida por el Señor como Reina del
cielo y de la tierra, exaltada sobre los coros todos de los Ángeles y sobre
todos los Santos en el cielo. Situada a la diestra de su unigénito Hijo,
Jesucristo, Señor y Rey nuestro, la Virgen María intercede por todos, obtiene
cuanto pide, y no puede no ser escuchada.
Pidamos que crezcamos en confianza y abandono en las manos
de María: Ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén..