MARTES DE LA OCTAVA
DE PENTECOSTÉS
Forma Extraordinaria
del Rito Romano
En
aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos: En verdad, en verdad os digo,
prosiguió Jesús, que quien no entra por la puerta en el aprisco de las ovejas,
sino que sube por otra parte, es un ladrón y salteador. Mas el que entra por la puerta, pastor es de
las ovejas. A éste el portero le abre, y
las ovejas escuchan su voz, y él llama por su nombre a las ovejas, y las saca
fuera al pasto. Y cuando ha hecho salir
sus ovejas, va delante de ellas y las ovejas le siguen, porque conocen su
voz. Mas a un extraño no lo siguen, sino
que huyen de él; porque no conocen la voz de los extraños. Esta comparación les puso Jesús; pero no
entendieron lo que les decía. Por eso
Jesús les dijo por segunda vez: En verdad, en verdad os digo, que yo soy la
puerta de las ovejas. Todos los que
hasta ahora han venido, o entrado por otra parte, son ladrones y salteadores, y
así las ovejas no os han escuchado. Yo
soy la puerta. El que por mí entrare, se salvará; y entrará, y saldrá sin
tropiezo, y hallará pastos. El ladrón no
viene sino para robar, y matar, y hacer estrago. Mas yo he venido para que las
ovejas tengan vida, y la tengan en más abundancia.
Juan 10,1-10.