lunes, 9 de marzo de 2015

EL ROSARIO DE HOY CON SAN GREGORIO DE NISA


Santo Rosario.
Por la señal... 
Monición inicial: 
Se hace hoy memoria de san Gregorio de Nisa, que vivió en el siglo IV y era hermano de san Basilio el Grande, admirable por su vida y doctrina, que, por haber confesado como obispo la recta fe, fue desterrado por el emperador arriano Valente.
Defendió las verdades de la Maternidad Divina de la Virgen María y su Virginidad Perpetua. En sus sermones, pocos eran los adjetivos que encontraba para saludar a la Llena de Gracia: "Adornada sobre toda criatura, embellecida sobre todos  los  cielos, más resplandecientes que el sol, exaltada sobre todos los ángeles, piadosa, dócil, obediente, honor del género humano, puerta de nuestra salvación, santa e inmaculada, arcilla dúctil en manos del alfarero." Pidamos para nosotros también un amor ferviente hacia nuestra Señora y ofrezcamos el rosario por la definición del quinto dogma mariano de la Corredención y Mediación de María.
Señor mío Jesucristo... 

MISTERIOS GOZOSOS
1.- La encarnación del Hijo de Dios en las entrañas purísimas de la Virgen María.
“Ve -dice el Verbo a Gabriel- a la ciudad de Galilea, a Nazaret, a la virgen María. (…) Anúnciale a Ella mi venida sin tumulto, no sea que se turbe, si no lo sabe por carecer de anuncio. Enséñale a Ella mi amor al hombre, por el cual quiero salir de Ella al mundo como hombre, para que, al conocer previamente el designio divino, no se turbe al observar su gravidez.”
2.-La Visitación de Nuestra Señora a su prima santa Isabel.
“Nuestra naturaleza enferma exigía ser sanada; desgarrada, ser restablecida; muerta, ser resucitada. Habíamos perdido la posesión del bien, era necesario que se nos devolviera. Encerrados en las tinieblas, hacía falta que nos llegara la luz; estando cautivos, esperábamos un salvador; prisioneros, un socorro; esclavos, un libertador. ¿No tenían importancia estos razonamientos? ¿No merecían conmover a Dios hasta el punto de hacerle bajar hasta nuestra naturaleza humana para visitarla, ya que la humanidad se encontraba en un estado tan miserable y tan desgraciado?».”
“La gracia de Dios es de tal naturaleza que no puede visitar a las almas que rehúsan la salvación; y el poder de la virtud humana no basta por sí solo para elevar hasta la forma de la vida celestial a las almas que no participan de la gracia. Si el Señor no edifica la casa ni guarda la ciudad, dice la Escritura, en vano vigila el guardián y trabaja el que construye (Sal 126,1).”
3.-El nacimiento del Niño Dios en el portal de Belén
“El Verbo llama “pobreza en el Espíritu” a la humildad voluntaria de un espíritu humano y su renuncia; el apóstol nos da como ejemplo la pobreza de Dios cuando dice: “Se hizo pobre por nosotros”
"Contemplemos los misterios, de la gruta: un niño envuelto en pañales y recostado en un pesebre; y una virgen después del parto,  una madre incorrupta que abraza a su nacido"
4.-La purificación de Nuestra Señora y presentación del Niño Jesús en el templo
"La "voluntad perfecta" de Dios consiste en purificar el alma de toda mancha por la gracia, elevarla por encima de los placeres del cuerpo, y que se ofrezca a Dios, pura, tendida por el deseo, y hecha capaz de ver la luz inteligible e inefable."
5.- El niño Jesús perdido y hallado en el templo

“Mientras nuestro corazón se rompe bajo la tensión del esfuerzo, con un deseo insaciable de justicia -porque sólo de ella deben tener hambre y sed aquellos que buscan alcanzar la perfección-, nos volveremos humildes, y compenetrados por el temor de Dios, viendo que estamos lejos de las promesas, y exiliados de la perfecta caridad de Cristo. Porque aquel que ama esta caridad y que mira hacia arriba, hacia la promesa, no se exalta con los éxitos logrados, ni cuando ayuna, ni cuando vigila, ni cuando aplica su celo a otras formas de virtud; sino lleno del deseo de Dios, y mirando con intensidad hacia Aquel que lo llama, considera todo lo que hace por alcanzarlo como poca cosa y como indigno de recompensa. Mientras dura esta vida, se sobrepasa continuamente a sí mismo, acumulando trabajos sobre trabajos y virtudes sobre virtudes, hasta que esté frente a Dios, precioso por sus obras, pero no teniendo conciencia de haberse hecho digno de El.”