LA CORRECCIÓN FRATERNA
El
capítulo de culpas graves se haga una vez en la semana, adonde, según la Regla,
las culpas de las hermanas sean corregidas con caridad. Y siempre se celebre en
ayunas. No hablen las hermanas, salvo
por dos cosas, en capítulo: diciendo sus culpas y las de las hermanas
simplemente, y respondiendo a la presidente a lo que le fuere preguntado. Y
guárdese la que fuere acusada que no acuse a otra de sola sospecha que de ella
tenga. Lo cual, si alguna lo hiciere, llevará la misma pena del crimen que
acusó. Y lo mismo se haga de la que acusa la culpa por la cual ya satisfizo.
Mas porque los vicios o defectos no se encubran, podrá la hermana decir a la
madre priora o al visitador lo que vio u oyó.