COMENTARIO AL EVANGELIO DEL DÍA
LUNES DE LA II DE CUARESMA
Forma Extraordinaria
del Rito Romano
En el segundo
coloquio, después de que Judas ha salido y se ha proclamado el mandamiento
nuevo, se pasa al tema del martirio. Esto aparece bajo la palabra clave «irse»,
«ir hacia» (hypágó). Según Juan, Jesús habló en dos ocasiones de su «irse»
donde los judíos no podían ir (cf. 7,34ss; 8,21s). Quienes lo escuchaban
trataron de adivinar el sentido de esto y avanzaron dos suposiciones. En un
caso dijeron: «¿Se irá a los que viven dispersos entre los griegos para enseñar
a los griegos?» (7,35). En otro, comentaron: «¿Será que va a suicidarse?»
(8,22). En ambas suposiciones se barrunta algo verdadero y, sin embargo, fallan
radicalmente en la verdad fundamental. Sí, su irse es un ir a la muerte, pero
no en el sentido de darse muerte a sí mismo, sino de transformar su muerte
violenta en la libre entrega de su propia vida (cf. 10,18). Y así es como
Jesús, aunque no fue personalmente a Grecia, ha llegado efectivamente a los
griegos y ha manifestado el Padre, el Dios vivo, al mundo pagano mediante la
cruz y la resurrección.
Joseph Ratzinger, Benedicto
XVI, Jesús de Nazaret, segunda parte, p. 30