martes, 5 de agosto de 2025

6. EL CORAZÓN DE MARÍA EN LA VISITACIÓN. MES DEL INMACULADO CORAZÓN

DÍA SEXTO

El Corazón de María en la Visitación

 

MES DE AGOSTO

CONSAGRADO

AL PURÍSIMO E INMACULLADO

CORAZÓN DE MARÍA

 

 

PARA COMENZAR TODOS LOS DÍAS.

 

Por la señal... etc.

 

Acto de contrición. - Señor mío Jesucristo...

 

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

¡Dulcísimo e inmaculado Corazón de María! Lleno de filial ternura y confianza comparezco ante vuestra soberana presencia a rendiros Jos sinceros homenajes de mí pobre corazón y a pediros remedio para mis necesidades y gracia para conseguir mi eterna salvación. ¿Dónde hallaré amparo más seguro, voluntad más decidida para socorrerme que en la amantísima Madre de los pecadores; que los amó hasta entregar por ellos a la muerte a su Santísimo Hijo y Salvador? ¿Quién acudió jamás a este piadoso Corazón que no fuese favorablemente acogido? Oíd, Madre mía, las súplicas que durante este mes logre dirigiros. Dad luz a mi entendimiento para conocer vuestras excelencias y prerrogativas; moved mi voluntad para seguir vuestros ejemplos é imitar vuestras virtudes, prended en mi corazón una centella siquiera del amoroso incendio con que se consumió el vuestro de caridad con Dios y con los hombres, y concededme aquella devoción hacia Vos que es prenda segura de salvación. Amén.

 

Se lee y medita lo propio de cada día del mes.

 

DÍA SEXTO

MEDITACIÓN

El Corazón de María en la Visitación

Imposible es tener fuego en el corazón y no dar señales de calor. Luego que la Virgen albergó en su seno al Hijo de Dios al mismo amor y santidad, en seguida fue a santificar a San Juan y a comunicar a su prima Isabel el fuego de caridad que la abrasaba. El amor a Dios y al prójimo la impelía, como escribió San Ambrosio y reveló Jesús a Santa Matilde. Brillaron en esta visita esclarecidas virtudes: humildad, modestia, pureza de intención; pero, sobre todo, reconocimiento y gratitud del Corazón de María hacia Dios, divinamente expresados en el Magníficat. Es el cántico de la humildad de María y de las grandezas de Dios, inspirado por el más puro agradecimiento. Porqué miró Dios la bajeza de su esclava, por esto hizo en ella cosas grandes el Todopoderoso; por esto la aclamarán todas las gentes bienaventuradas. ¿Cuál es nuestra gratitud a los beneficios recibidos? Cada día los estamos recibiendo sinnúmero, y apenas lo echamos de ver. Muchos, ni los contamos por beneficios; nuestro amor propio y egoísmo nos hace creer que se nos deben, siendo así que podrían negársenos sin injuria de nadie. ¿Cómo los hemos de agradecer si no los reconocemos? Y, sin embargo, Dios quiere que le demos gracias por ellos. La gratitud es una de las virtudes más necesarias para obtener nuevos favores. El que no agradece los recibidos, merece que no le hagan otros. 

 

¡Oh Corazón agradecidísimo de María! Hacedme ser agradecido a Dios y a los hombres: hacedme también agradecido a vuestras infinitas misericordias.

 

 

PARA FINALIZAR TODOS LOS DÍAS.

 

ASPIRACIONES

¡Corazón lucidísimo de María! Alumbradme.

¡Corazón purísimo de María! Limpiadme.

¡Corazón hermosísimo de María! Atraedme.

¡Corazón amorosísimo de María! Encendedme.

¡Corazón dulcísimo de María! Pacificadme.

¡Corazón afligidísimo de María! Compungidme.

¡Corazón fortísimo de María! Alentadme.

¡Corazón poderosísimo de María! Protegedme.

¡Corazón santísimo de María! En la hora tremenda de mi muerte y juicio, defendedme y mandadme ir a Vos.

Dulce Corazón de María, sed mi salvación.

 

ACTO DE REPARACIÓN ENSEÑANDO POR EL ÁNGEL DE LA PAZ A LOS PASTORCITOS DE FÁTIMA

 

Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo,

Os adoro profundamente y Os ofrezco

el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma

y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo,

presente en todos los sagrarios de la tierra,

en reparación por los ultrajes, sacrilegios e indiferencias

con que Él mismo es ofendido

y por los méritos infinitos de su Sacratísimo Corazón

y del Corazón Inmaculado de María,

os pido la conversión de los pobres pecadores. Amén.

 

ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS

Bajo vuestra protección nos acogemos,

santa Madre de Dios; no desechéis nuestras súplicas ni os olvidéis de nuestras necesidades, sino libradnos siempre de todo peligro, Virgen gloriosa y Madre nuestra. Amén.

 

“Corazón Inmaculado de María,

rogad por nosotros.”

100 días de indulgencia cada vez, Pío IX

 

Ave María Purísima, sin pecado concebida.

 

Indulgencias en la devoción al Inmaculado Corazón de María en el mes de agosto.

A los fieles que, en cualquier día del mes de agosto, rezan algunas preces o practican algún otro ejercicio de piedad en honor del Inmaculado Corazón de María, se les concede: indulgencia de cinco años, una vez.

A los que practican el mismo ejercicio durante todo el referido mes, se les concede indulgencia plenaria en las condiciones de costumbre: confesión, comunión y oración por las intenciones del Santo Padre. (S.C. del S. Oficio, 13 de marzo de 1913; S. Penitenciaría Apostólica, 2 de junio de 1935).