domingo, 31 de agosto de 2025

1. LA SOBERBIA. MES A LA VIRGEN DE LAS MERCEDES

DÍA PRIMERO

LA SOBERBIA ES ABORRECIBLE A DIOS

 

 MES 
en honor de
 N. S. DE LAS MERCEDES

Padre Antonio Pastor Codesal, OP

 

ORACIONES PARA INICIAR

Y FINALIZAR CADA DÍA

 

Oración primera para todos los días

 

Por la señal…

 

ORACIÓN

Santísima Virgen María, el dulce y consolador título de Nuestra Señora de las Mercedes manifiestamente nos dice cómo es de compasivo vuestro Corazón y de poderoso vuestro auxilio.  Pues echad sobre nosotros una mirada de compasión; ved nuestras almas con tantas cadenas de vicios y pecados; nuestra vida con tantas angustias y tribulaciones, sed Redentora de nuestras vidas y de nuestras almas, y; alcanzadnos la merced de vivir cristianamente, de morir santamente, de reinar gloriosamente en el cielo. Amén.

 

Se lee lo propio para cada día.

 

DÍA PRIMERO

MEDITACIÓN

LA SOBERBIA ES ABORRECIBLE A DIOS

 

La soberbia es apetito desordenado de la propia excelencia; deseo de dignidades, honores y alabanzas sobre nuestro merecimiento; independencia y rebeldía para con nuestros Superiores.

Soberbia fue el pecado de Lucifer en el cielo, negándose a servir a Dios, soberbia es el pecado de nuestros primeros padres en el paraíso, negándose a obedecer a Dios.

Tienen soberbia los que no creen en Dios, ni reconocen sus beneficios; los que no admiten nada sobre la humana razón; los que creyendo en Dios no creen en Jesucristo, enviado por Dios; los que creyendo en Jesucristo, no  creen en la Santa Iglesia fundada por Jesucristo; los que creyendo en la Iglesia, no creen en el ministerio de los sacerdotes ordenados y consagrados por la Iglesia; los que se engríen despreciando a sus hermanos, por los cuales ha derramado su Sangre nuestro divino Redentor.

Para castigar la soberbia de Lucifer, Dios lo echó al infierno con los ángeles rebeldes; para castigar la de Adán y Eva, los echó del Paraíso y los condenó a sufrimientos que pesan sobre toda la humanidad; para castigar la soberbia de los hombres confundió su lenguaje en la torre de Babel; a todo lo soberbio le llegará su humillación y castigo.

El Espíritu Santo nos dice por Tobías: “nunca permitas que la soberbia tenga señorío sobre tus pensamientos, sobre tus palabras; porque de ella tomó principio nuestra perdición”. (C. IV. 14).

EJEMPLO

Cuenta el P. Auriema que una humilde pastorcita preparó con muchas economías un manto para la imagen de la Santísima Virgen que estaba en una Ermita del monte, a donde iba con frecuencia llevándole ramos de flores. 

Sucedió que yendo un día de viaje dos religiosos vieron acercarse un grupo de doncellas distinguidísimas, y una mucho más que las otras. Los religiosos preguntáronles quiénes eran. Respondió la más distinguida: “yo soy la Madre de Dios que voy con estas vírgenes a visitar a una pastorcita en agonía, la cual siempre me ha honrado y visitado mucho”. Y diciendo esto desaparecieron. (S. Alfonso María Ligorio, Glorias, c. 10).


Oración final para todos los días

 

Santísima Virgen de las Mercedes, Madre queridísima y Reina soberana de mi corazón. Yo os consagro en este día todo mi ser y os pido mercedes para todas mis necesidades. Os consagro mi inteligencia para que Vos la iluminéis con la lumbre de fe viva; os consagro mi corazón para que Vos lo gobernéis con la dulce y segura fuerza de vuestro amor; mi cuerpo y mis sus sentidos para que para que Vos los guardéis de obras malas; os consagro mi vida, para Vos la conduzcáis por los caminos de Dios; que son los del cielo y la eterna dicha. 

Y humildemente os pido mercedes para todas mis necesidades; la merced de vuestro poderoso auxilio contra los tres mortales enemigos del alma: mundo, demonio y carne; las pompas del mundo, las tentaciones del demonio, y las malas inclinaciones de la carne; y finalmente la perseverancia en la Divina Gracia para salvarme.

Quiero vivir y morir en la dulce y dichosa esclavitud de vuestro amor. No me abandonéis, oh mi amada Virgen de las Mercedes; guiadme en la vida, asistidme en la muerte y recibidme en la gloria. Amén. 

 

Tres Avemarías para que la Virgen María, Redentora de cautivos, nos libre del cautiverio de los tres enemigos del alma: mundo, demonio y carne, y nos conceda la gracia que le pedimos.

Avemaría... (x 3)