DÍA
DIEZ
I. La azucena y la gran familia de los
lirios
1. La azucena, cardinal y jefe de todos los lirios, es
una cabeza enterrada: produce una varita recta; saca su capullo y, al
reventar, llena el jardín de una fragancia muy delicada y exquisita. Con
ella forman familia varias especies de lirios dediferentes colores y perfumes.
II. La justicia
2. Esta excelente virtud cardinal es figurada por
todas las especies de flores que tienen cabeza, o puño y vara. Dar a
cada uno lo que es debido, esto es justicia. Tiene por compañeras la
religión, la oración, la piedad, la observancia, la obediencia, la
gratitud, la veracidad, la liberalidad , y como partes esenciales, la
justicia conmutativa y distributiva .
III. La justicia en María
3 . María, desde su concepción inmaculada, en
cumplimiento de sus altos destinos, se propuso en su ánimo la
salvación del género humano. Pa ra pagar las deudas contra ídas por la
culpa con la justicia de Dios, este tribunal recto le pidió una prenda de
valor infinito: la buscó, la encontró, la presentó, y fue aceptada: la víctima
fue inmolada sobre la cruz, y con el cuerpo y sangre de su amado Hijo,
pagó por nosotros todas nuestras deudas, y la Justicia divina
quedó satisfecha. Tuvo, por este heroísmo de amor, la justicia en
el alto grado de perfección que requería y reclamaba nuestra salvación.
4. ¿Debes algo? ¿debes a Dios? ¿qué le debes?
cultos, amor, respeto, obediencia, gratitud y castigos severos
merecidospor tus culpas. ¿Quieres pagar lo que debes a Dios? Di de veras
que sí: porque si no le pagas en éste, tendrás que darlo en el
otro mundo. La justicia de Dios es recta, es inflexible.
¿Quieres pagar en este mundo lo que debes a Dios? Pues bien,
págaselo; dale amor, y ahora preséntale por manos de María
tus resoluciones y propósitos y le dirás:
Presentación de la flor
ORACIÓN.
Señora:
Yo os ofrezco y os presento hoy la azu cena y varias especies de lirios
como emblema de la justi cia y sus compañeras. Yo, postrado ante vuestro
trono, os prometo y me obligo a dar a Dios lo que la Religión me pres
cribe, a mí mismo y a mis prójimos lo que la ley ordena, y a Vos lo
que me pedís y os debo, que es amor, culto y gratitud. Aceptad esta mi
ofrenda; recibid, Señora, esta mi flor como signo de mi rectitud y de la
justicia.