jueves, 18 de mayo de 2017

“ESPÍRITU.” Reflexión diaria acerca de la Palabra de Dios.



“ESPÍRITU.” Reflexión diaria acerca de la Palabra de Dios.
“Yo os digo la verdad: os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, el Consolador no vendrá a vosotros; pero si me voy, os lo enviaré.” Jn 16,7
Jesús antes de su Pasión promete a los discípulos el don del Espíritu Santo. Es el mismo Espíritu, Amor del Padre y del Hijo, tercera persona de la Trinidad, presente ya en la creación cuando sobrevolaba sobre las aguas el Espíritu del Señor y es el mismo Espíritu que el Creador insufla sobre el hombre comunicándole el hálito de vida.
El Padre que ha creado todas las cosas por medio de la Palabra, su Hijo, vivifica todas las cosas comunicándoles el don del Espíritu Santo.
Este Espíritu es el que invade a los profetas y a los elegidos de Dios capacitándoles para cumplir la misión encomendada, imposible humanamente.
Los mismos profetas anunciarán una renovación de toda la creación por medio del don del Espíritu Santo que hara nuevas todas las cosas transformando los corazones de piedra en corazones de carne. El poder vivificante del Espíritu se descubre en la visión de Ezequiel del cementerio de huesos.
Jesús, el Hijo de Dios, se hace hombre en el seno de María santísima por medio del Espíritu Santo que desciende sobre él de forma manifiesta en el Bautismo y lo acompaña durante toda su vida y ministerio de procalmación del Evangelio.
Jesús promete el Espíritu Santo: 1). Como el Paráclito (defensor) que inspirará todo aquello que los discípulos habrán de decir; y 2) como el Espíritu Revelador que convencerá de pecado al mundo y enseñará todas las cosas.
En Pentecostés el Espíritu desciende sobre los apóstoles y hará posible que aquellos hombres temerosos y rudos para entender sean el fundamento de la Iglesia. Todo el Nuevo Testamento refiere al Espíritu Santo como aquel que hace nacer e impulsa a la Iglesia, llenando a los creyentes de sus carismas y dones realizando la transformación de los bautizados, cuerpo de Cristo, en hombre nuevos a semejanza del nuevo Adán.