Santo Rosario.
Por la señal...
Monición inicial: El 7 de abril de 1719, volaba al cielo San Juan
Bautista de la Salle, sacerdote francés que
se dedicó con ahínco a la instrucción humana y cristiana de los niños,
en especial de los pobres, instituyendo la Congregación de los Hermanos de las
Escuelas Cristianas. Los sufrimientos provocados por la Fundación lo unieron
íntimamente a la Pasión de Cristo.
Entre sus meditaciones, dejó escrito estas preguntas
que podemos hacérnoslas a nosotros: ¿Rezáis
vosotros y hacéis que vuestros alumnos recen el rosario cada día? ¿Con qué piedad lo recitáis y hacéis que lo reciten?
¿Cumplís con esta oración como tributo que se ofrece (en nuestro Instituto) a
la Santísima Virgen y como poderoso medio para atraer sobre él y sobre vuestro
empleo su ayuda y protección?
Ofrecemos este rosario por todos aquellos que se
dedican a la enseñanza para que su labor no sólo sea profesional sino
vocacional.
Señor
mío Jesucristo...
MISTERIOS GOZOSOS
1.- La encarnación del Hijo de Dios en las
entrañas purísimas de la Virgen María.
“El
Padre Eterno avisó a la Santísima Virgen, por medio del ángel que le anunció el
misterio de la encarnación de su Hijo, que debía llamarlo Jesús; y ella y san
José le impusieron en este día dicho nombre, que significa Salvador. Y era muy
razonable que, puesto que Jesucristo comenzaba en aquel momento a padecer y a
derramar su sangre por nuestros pecados, se le impusiera al mismo tiempo ese
nombre; a fin de que comenzase a llevar desde aquella hora el nombre que le
convenía de manera tan admirable, de acuerdo con el ministerio del que se había
encargado; y desde el momento en que se ofrecía externa y públicamente a Dios,
su Padre, para realizar este ministerio, de modo que no pareciese llevar en
vano tan adorable nombre.
¿No lleváis vosotros en vano el nombre de cristianos y de
ministros de Jesucristo en la función que ejercéis? ¿Vivís de la manera que
conviene a tan gloriosos nombres?”
2.-La Visitación de Nuestra Señora a su prima
santa Isabel.
“Roguemos
a Jesús que se digne visitarnos y que haga en favor nuestro algún milagro de la
gracia, impulsándonos a hacernos intensa violencia para practicar alguna virtud
hacia la cual sentimos mucha repugnancia.”
3.-El nacimiento del Niño Dios en el portal de
Belén
“La
pobreza que, de modo tan eminente ejercita Jesús al nacer, debe decidirnos a
profesar amor señalado a esta virtud; pues con el fin de inspirarnos su amor,
quiere El venir al mundo en tal estado. No nos maravillemos, pues, cuando algo
nos falte, aunque sea necesario; ya que Jesús careció de todo en su nacimiento.
Así ha de nacerse a la vida espiritual: despojado y desnudo de todo.”
4.-La purificación de Nuestra Señora y
presentación del Niño Jesús en el templo
“No
debéis contentaros con haberos ofrecido a Él una vez. Tenéis que renovar esta
ofrenda cada día y consagrarle todas vuestras acciones, no haciéndolas sino por
él. Cuanto más deis a Dios, tanto más os colmará de sus bienes. Cuanto más
despreciados seáis ante los hombres, tanto más grandes seréis ante Dios.”
5.- El niño Jesús perdido y hallado en el
templo
“La principal de las disposiciones que hay que tener para recibir a
Nuestro Señor es la penitencia y el alejamiento de todo pecado; y, por
consiguiente, que hay que aplicarse a ella todo lo posible, pues la penitencia
lava y purifica al alma de los pecados con que esté manchada.”