domingo, 23 de febrero de 2025

24 de febrero. AMONESTACIÓN HECHA A LOS DISCÍPULOS DESPUÉS DEL LAVATORIO

24 de febrero

AMONESTACION HECHA A LOS DISCÍPULOS DESPUES DEL LAVATORIO.

 

MEDITACIONES

DE LA OBRA

“VIDA Y DOCTRINA DE JESUCRISTO”

DEL P. NICOLÁS AVANCINI

 

ORACIÓN PARA COMENZAR

TODOS LOS DÍAS:

 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:

  

 “Omnipotente Dios y Señor y Padre mío amorosísimo, yo creo que por razón de tu inmensidad estás aquí presente en todo lugar, que estás aquí, dentro de mí, en medio de mi corazón, viendo los más ocultos pensamientos y afectos de mi alma, sin poder esconderme de tus divinos ojos.

    Te adoro con la más profunda humildad y reverencia, desde el abismo de mi miseria y de mi nada, y os pido perdón de todos mis pecados que detesto con toda mi alma, y os pido gracias para hacer con provecho esta meditación que ofrezco a vuestra mayor gloria… ¡Oh Padre eterno! Por Jesús, por María, por José y todos los santos enseñadme a orar para conocerme y conoceros, para amaros siempre y haceros siempre amar. Amén.”

 

Se meditan los tres puntos dispuestos para cada día.

24 de febrero

AMONESTACION HECHA A LOS DISCÍPULOS DESPUES DEL LAVATORIO.

1. ¿Sabéis lo que he hecho con vosotros? Si Yo, pues, lavé vuestros pies, siendo vuestro Señor y Maestro, vosotros debéis también lavaros los pies unos a otros (1). Con la pregunta los procura hacer atentos. 1. Cosa a la verdad dignísima de atención es la humildad de Cristo. 2. Explica con la voz lo que primero mostró con el ejemplo. Eficacísimas son las palabras del que enseña cuando las animan las obras. 3. Es argumento fuertísimo: yo lavé, luego vosotros también debéis. Yo a vosotros, luego vosotros unos a otros de la misma suerte. Repara que bien concluye de lo que es más a lo que es menos. 4. Aquí se llama Señor y Maestro, para persuadir más eficazmente. ¿Qué dirás tú a estas razones? Tronco eres, si no te convences; piedra, si no te mueves.

2. Ejemplo por cierto os he dado, para que, así como Yo lo hice, así vosotros lo hagáis (2). Repara a lo que miran los hechos del Señor: a servirte de ejemplo. Cuanto por ti es, quitas la vida a los hechos de Cristo, si no los imitas, porque los privas de su fin; pues los ejemplos dejan de ser ejemplos cuando les falta la imitación. No hagas tal injuria a tan divinos ejemplos. Pondera también que Señor tienes tan bueno, que no te pone a ti yugo, que Él primero no llevase ¡Qué buen Maestro que, para atraerte más suavemente, ejecuta primero que enseñe con la voz! para poder más obrar bien, mira en cada acción particular al ejemplo de Cristo, para hacerla como Él la hizo. Esta es la breve, cierta regla de la perfección.

3. Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis si las hiciereis (3). Doctrina clara es, que no es bienaventurado el que sabe muchas cosas, sino el que ejecuta lo que sabe. No es cosa grande, por cierto, conocer la virtud, sino obrarla con ahínco, dice Cirilo Alejandrino (4). No es bastante, pues, que sepas los ejemplos del Señor. Ese mismo saber es una cierta obligación de imitarlos; porque según san Lucas (5): El siervo que sabe la voluntad de su Señor, y no obra según ella, será muy castigado. Pondera tu cuantas ilustraciones tienes, cuanto conocimiento de los bienes ¡Oh! ¡si obraras según ellos, que feliz serias!

 

(1) y (2) Ibid. (3) Joan., 13. (4) Lib. 9 in Joan., c.9. (5) Luc., 12.

 

ORACIÓN PARA FINALIZAR

TODOS LOS DÍAS:

Os doy gracias, Dios mío, por los buenos pensamientos, afectos y propósitos que me habéis inspirado en este rato de oración… Todo os lo ofrezco a vuestra mayor honra y gloria… y os pido gracia eficaz para ponerlos por obra…

¡Oh Padre Eterno! Por Jesús, por María, por José y Teresa de Jesús dadme gracia ahora y siempre para cumplir en todas las cosas vuestra santísima voluntad. Amen."

 

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

 

 

***

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.

 

***

¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártela con tus familiares y amigos!

***

Ave María Purísima, sin pecado concebida.