jueves, 30 de enero de 2025

PRIMER DOMINGO DE SAN JOSE: San José. Su familia. Su nombre.

 

EJERCICIO DE LOS 7 DOMINGOS DE SAN JOSÉ 
CON EL REZO DE SUS DOLORES Y GOZOS 
Por la señal...

Salutación al Santo Patriarca 
¡Dios te salve, oh José, esposo de María, lleno de gracia! Jesús y su Madre están contigo: bendito tú eres entre todos los hombres y bendito es Jesús, el Hijo de María. San José, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

PRIMER DOMINGO 
San José. Su familia. Su nombre.
De la obra "VIDA DEL GLORIOSO PATRIARCA SAN JOSÉ" de d. Antonio Casimiro Magnat

¿Quién fue San José?
San José fue un grande y fiel siervo de Dios en la antigua ley, que mereció por su justicia ser elevado a la dignidad sublime de esposo de la Virgen Santísima y padre nutricio del Santo Niño Jesús. José era justo, dice el Evangelio, y esta cualidad atribuida a José por el Espíritu santo, es el elogio más eminente que hacerse puede de aquel patriarca tan excelso, porque la palabra justo, dice San Juan Crisóstomo, manifiesta un hombre perfecto en todas las virtudes, esta es la misma opinión de Santo Tomás de Aquino y de todos los teólogos. 
¿De qué familia fue oriundo San José?
Descendía por línea recta de la ilustre estirpe de José, que dio a Israel el santo Rey David y que contaba entre sus abuelos a los venerables patriarcas del antiguo Testamento.
La Escritura dice que era de la casa de David llamándole también hijo de este gran Rey. José era, pues, de estirpe real, y hubiera sido rey, si el cielo, irritado por los crímenes de su pueblo, no le hubiese castigado con la dura esclavitud; pero si por su origen era noble, lo era más aún por sus espirituales y relevantes cualidades. “Si José descendía de David según la carne, dice San Bernardo, es también evidente que se mostraba digno hijo de este santo rey, por su fe, santidad y devoción ardiente.”
¿Quiénes fueron los padres de José?
Dos Evangelistas nos presentan su genealogía; según San Mateo su padre se llamaba Jacob; San Lucas dice ser Heli; pero la opinión más común y más antigua es la que nos refiere Julio Africano, escritor del fin del siglo II de la era cristiana: dice, pues, que según algunos parientes del mismo Salvador, Heli y Jacob eran hermanos uterinos; el primero había muerto sin hijos y Jacob se enlazó con la viuda para dar la sucesión según la prescripción de la ley, y de este casamiento nació San José. Respecto de su madre nada nos dice el Evangelio de su nombre; sin embargo, algunos autores pretenden que pertenecía a una familia denominada Cleofás, debiendo también ser de la raza de David, porque los hebreos estaban obligados por la ley a casarse en su propia familia, y eran indispensables razones gravísimas para obtener el ser dispensados.
¿Qué significa el nombre de José?
Este augusto nombre, según San Anselmo y San Juan Damasceno, quiere decir en hebreo abundancia, fecundidad y ambos dos significados convienen de tal modo a San José y se han cumplido en él de una manera tan admirable, que muchos padres de la Iglesia juzgan que fue el mismo Dios quien le dio este nombre bendito, y que inspirándole a sus padres, José quiere decir abundancia, y en efecto, bajo los auspicios de este santo Patriarca debía creer el Dios niño que debía venir a visitar la tierra estéril, herida con anatemas y a esparcir en ella la abundancia de sus gracias y liberalidades. José quiere también decir fecundidad, aumento, porque fue por el Niño Dios relevado de humillación y del olvido, y por consecuencia ante los ángeles y los hombres apareció con un aumento de gloria y de merecimientos.
El nombre de José encierra, pues, un compendio histórico de este santo Patriarca. Tenemos por consecuencia un poderoso motivo para que le supliquemos nos otorgue lo que su santo nombre significa. ¡Roguémosle, pues, que vea con lástima a nuestra alma pobre y estéril, y que para ella solicite el rocío celeste para que se enriquezca y se fecunde! ¡Supliquémosle que por sus cuidados el padre de familia logre una abundante cosecha y que no falten obreros para recogerla! ¡Pidámosle también que por su poderosa intercesión vea la Santa Iglesia el aumento de su imperio y su dominación maternal, y que cuanto antes, por su abundancia de misericordia y por el rápido progreso de la sociedad cristiana, no haya más que un rebaño y un solo pastor!
¿Qué nos recuerda el santo nombre de José?
Este nombre divino presenta al alma una idea tan grata y dulce, que la conmueve tiernamente cuando la boca pronuncia. En efecto: es el nombre augusto del siervo fiel y prudente que ha establecido el Señor en su familia para ser el sosten y el consuelo de su excelsa Madre, su Padre nutricio y su cooperador digno en la ejecución de sus misericordiosos designios sobre la tierra. “Este nombre, dice el piadoso Gerson, es de aquel a quien la Madre de Dios, la reina del universo, llama su Señor; a quien el Verbo hecho carne llama su padre y a quien obedece”. Es el nombre de un pobre artesano que sufre sin murmurar, los rigores de una condición ajena, y que en lugar del palacio de David habita en la humilde cabaña de Nazaret, sin pretensiones de ambición ni envidia. Es el nombre de un Patriarca localizado en una vida oscura, pero tan llena de méritos y de ejemplos, que nos da a cada uno la más perfecta regla de conducta, tan segura como cristiana. Es el nombre de un justo cuya vida sobre la tierra ha sido angelical y que tuvo la dicha de morir en presencia y en los brazos del Salvador del mundo. Es por último, el nombre de un Santo que se halla en el cielo en cuerpo y alma, el cual goza de gran poder cerca de la santísima Trinidad, nombre tan venerable y tan bendito, que basta el tributarle honor para conducirnos a la posesión de un Dios. ¡Qué el santo nombre de José permanezca, pues, siempre en nuestra memoria, y que por siempre esté en nuestro corazón!
***

DOLORES Y GOZOS DE SAN JOSÉ 
1° DOLOR Y GOZO. 
Ignorando el misterio de la encarnación, quiere José abandonar a María su esposa embarazada: ¡qué dolor! Mas un ángel le revela que María ha concebido por obra del Espíritu Santo: ¡qué gozo! 
 
Padrenuestro, Avemaría y Gloria. 
2° DOLOR Y GOZO. 
Nace Jesús en suma pobreza: ¡qué dolor! Mas le ve adorado de los ángeles, pastores y reyes: ¡qué gozo! 
Padrenuestro, Avemaría y Gloria. 
3° DOLOR Y GOZO. 
Derrama Jesús sangre en su circuncisión: ¡qué dolor! Mas oye de boca del ángel que se llamará Jesús y salvará a su pueblo: ¡qué gozo! 
Padrenuestro, Avemaría y Gloria. 
4° DOLOR Y GOZO. 
Profetiza Simeón la Pasión de Jesús: ¡qué dolor! Pero anuncia sus frutos y su gloria: ¡qué gozo! 
Padrenuestro, Avemaría y Gloria. 
5° DOLOR Y GOZO. 
Huye de noche precipitadamente a Egipto por salvar a Jesús y María: ¡qué dolor! Mas caen los ídolos de Egipto y Jesús queda libre del furor de Herodes: ¡qué gozo! 
Padrenuestro, Avemaría y Gloria. 
6° DOLOR Y GOZO
Ha de volver a Judea, donde reina Arquelao, no menos cruel que su padre Herodes: ¡qué dolor! Mas el ángel le disipa toda inquietud: ¡qué gozo! 
Padrenuestro, Avemaría y Gloria. 
7° DOLOR Y GOZO
 Pierde tres días a Jesús: ¡qué dolor! Mas le halla en el templo asombrando a los doctores con la sabiduría de sus preguntas y respuestas: ¡qué gozo! 
Padrenuestro, Avemaría y Gloria. 

Para finalizar, añádase: 
ANTÍFONA. Este es el siervo fiel y prudente a quien el Señor constituyó sobre su familia.
V/. Ruega por nosotros, glorioso san José.
R/. Para que seamos dignos de las promesas de Jesucristo 
Oremos: OH Dios, que en tu inefable providencia, te has dignado elegir a san José por esposo de tu santísima Madre; te pedimos nos concedas que, venerándolo como protector en la tierra, merezcamos tenerle como intercesor en el cielo. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

Jesús, José y María, os doy el corazón y el alma mía.
Jesús, José y María, asistidme en mi última agonía.
Jesús, José y María, en vos descanse en paz el alma mía.
***
Indulgencias concedidas a esta devoción de los Siete Domingos 
1ª 300 días de indulgencia cada domingo, rezando durante siete domingos consecutivos en el curso del año, a elección de los fieles, los siete gozos y siete dolores de san José, y el séptimo domingo se puede ganar además una indulgencia plenaria. (Gregorio XVI, 22 de enero de 1836). 
2ª Indulgencia plenaria en cada domingo, aplicable a las almas del purgatorio. Los que no saben leer o no tienen la deprecación de los siete dolores y gozos, pueden ganar esta indulgencia rezando en los siete domingos siete Padrenuestros con Avemaría y Glorias. (Pio IX, 1 de febrero y 22 de marzo de 1847).
Para ganar tan preciosas indulgencias, son condiciones precisas para cada domingo: 1ª Confesar, comulgar y orar un rato a la intención del papa. 2ª Rezar o hacer el ejercicio de los siete dolores y gozos de san José. 3ª Que los siete 
domingos sean consecutivos, porque si hubiese interrupción, aunque fuera involuntaria, debería empezarse de nuevo. 
Querido amigo, si te ha gustado este ejercicio de los domingos de San José, compártelo con tus familiares y amigos. 
No dudes, devoto josefino, que según sea tu confianza, será el despacho de tus ruegos. Espera mucho, espéralo todo de la intercesión poderosa de san José, y verás grandes cosas. Pruébalo y lo verás por experiencia. 
***
Ave María purísima, sin pecado concebida.