Santo Rosario.
Por la señal...
Monición inicial: Se hace hoy memoria del martirio de san Cipriano, obispo muy
esclarecido en santidad y doctrina, que gobernó sabiamente la Iglesia en
tiempos difíciles, consolidando la fe de los cristianos en medio de
tribulaciones, e imperando Galieno, después de sufrir un penoso exilio, consumó
su fe en el martirio, decapitado por orden del procónsul, ante gran
concurrencia de pueblo. Con algunas de sus enseñanzas meditamos el rosario de hoy,
ofreciéndolo por los cristianos perseguidos.
Señor mío Jesucristo...
MISTERIOS GOZOSOS
1.- La encarnación del Hijo de Dios en las entrañas
purísimas de la Virgen María.
“No
hay medida alguna en las mercedes que recibimos de Dios, como suele haberla en
los beneficios humanos. El Espíritu, que se derrama con abundancia, no se ve
oprimido por límites, ni encerrado en espacio estrecho que lo frene. Fluye sin
cesar, rebosa su abundancia, solamente tiene que abrirse nuestro corazón y
estar sediento. Cuanta fe seamos capaces de presentar, tanta abundancia de
gracia recogeremos.”
2.-La Visitación de Nuestra Señora a su prima santa
Isabel.
“La
caridad es el lazo que une a los hermanos, el cimiento de la paz, la trabazón
que da firmeza a la unidad; la que es superior a la esperanza y a la fe, la que
sobrepuja a la limosna y al martirio; la que quedará con nosotros para siempre
en el Cielo. Quítale, sin embargo, la paciencia, y quedará devastada; quítale
el jugo del sufrimiento y resignación, y perderá las raíces y el vigor.”
3.-El nacimiento del Niño Dios en el portal de Belén
“(La
Iglesia) es la madre abundante en frutos de fertilidad: de su vientre nacemos,
de su leche nos alimentamos, su aliento es el que nos da la vida..”
4.-La purificación de Nuestra Señora y presentación del
Niño Jesús en el templo
"El no pecar ahora es
favor de la gracia, y el haber pecado antes fue efecto de la miseria humana.
Don de Dios es todo lo que ahora podemos. De Él vivimos, por El tenemos
fuerzas, de Él recibimos y sentimos aquel vigor por el cual, aun en esta vida,
gustamos los preludios de la futura. Solamente debemos tener el temor de perder
la inocencia, para que el Señor, que por su misericordia infundió la gracia en
nuestras almas, permanezca complacido por nuestras buenas obras en nuestro
espíritu, como en su morada, no sea que la seguridad concedida nos haga
descuidados y se introduzca de nuevo el antiguo enemigo."
5.- El niño Jesús perdido y hallado en el templo
“La
que es esposa de Cristo, no puede cometer adulterio, sino que permanece íntegra
y casta. No conoce más que una casa, y guarda con casto pudor la santidad de un
solo tálamo. Ella nos guarda para Dios, ella nos inscribe en el reino de los
hijos que ella ha engendrado. Todo el que se separa de la Iglesia, se une a una
adúltera, se separa de las promesas de la Iglesia, es un extraño, un
excomulgado, un enemigo. No llegará a los premios de Cristo el que abandona la
Iglesia de Cristo.”