lunes, 18 de septiembre de 2017

EL ROSARIO DE HOY CON SAN ALONSO DE OROZCO



 Santo Rosario.
Por la señal... 
Monición inicial: El 19 de septiembre de 1591 entregaba su alma a Dios, San Alonso de Orozco, presbítero de la Orden de Ermitaños de San Agustín, que, encargado de la predicación en el palacio del rey, siempre se mostró austero y humilde. Con algunos de sus pensamientos meditamos el rosario de hoy.

Señor mío Jesucristo... 

MISTERIOS GOZOSOS
1.- La encarnación del Hijo de Dios en las entrañas purísimas de la Virgen María.
“Al mirar hoy a Nuestra Señora, Madre de Dios, que nos ofrece a su Hijo en brazos, hemos de dar gracias al Señor, pues "una de las grandes mercedes que Dios nos hizo además de habernos criado y redimido fue querer tener Madre, porque tomándola Él por suya nos la daba por nuestra"
2.-La Visitación de Nuestra Señora a su prima santa Isabel.
“Esto hacen los siervos de Dios, y cuidan tanto de la salvación de las almas y de que se pongan a bien con Dios y de que todos le sirvan, porque, no se alegra la caridad de que prevalezca la maldad.”
3.-El nacimiento del Niño Dios en el portal de Belén
“Tened paz y el Dios de la paz estará con vosotros. Dios de paz le llama san Pablo a nuestro Señor , porque suya es la paz, Él la trajo del cielo. Cuando nació, le cantaron las ángeles: Gloria in excelsis Deo, et in terra pax homibus; y cuando muere la deja por herencia, por cláusula de testamento, a los suyos. Sin ésta, todo vale nada, los reinos y provincias se acaban. Sin ella, aun el reino del demonio se asuela.”
4.-La purificación de Nuestra Señora y presentación del Niño Jesús en el templo
"Pues no es la hermosura exterior de quien Dios se enamora, porque ésa suele ser a las veces ocasión de que el alma se pierda. Y así, de la hermosura que Dios se aficiona es de la interior del alma; ésa le roba el corazón."
5.- El niño Jesús perdido y hallado en el templo
“¿Hay locura que se le iguale? Que esté en tu mano, con el divino favor, a salvar tu alma, y que voluntariamente la condenes empleándola en vanidades; y que el talento que Dios te dio no sólo te contentes con esconderlo debajo de tierra como el otro siervo, mas que le disipes como el pródigo viviendo lujuriosamente. ¿En qué gastas tus potencias, en qué la salud y habilidad?.”