SIN
DIOS, TODO SON TINIEBLAS Y OSCURIDAD
REFLEXIÓN DIARIA DEL COMPENDIO DE LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA
(n. 20)
La dimensión teológica se hace necesaria
para interpretar y resolver los actuales problemas de la convivencia humana. (Centesimus
annus, 55)
Una luz ha brillado en el mundo: es el
mensaje de la Navidad. Esta luz es la Palabra de Dios, su Verbo, que existía
desde el principio. Él es la vida de los hombres y la luz que ilumina las
tinieblas. La verdad sobre Dios se hace necesaria al hombre para tener una
comprensión completa de la realidad del mundo, del ser humano, de la misma
sociedad. Sin Dios, todo es tiniebla y oscuridad.
La verdad sobre Dios se hace necesaria
para interpretar y resolver los problemas actuales porque si eliminamos a Dios no hay garantía
para guardar los derechos de los hombres, para proteger a los débiles y a los
más pobres. Miremos como las organizaciones mundiales que tienen la misión de
defender los derechos universales de todos los hombres pero se dicen “aconfesionales”
callan sobre la masacre de cristianos, contra el exterminio de los niños en los
vientres de su madre cuando no lo promueven…
20 Cualquier
experiencia religiosa auténtica, en todas las tradiciones culturales, comporta
una intuición del Misterio.
El hecho
religioso como experiencia universal de relación con lo sobrenatural afirma a
Dios como el origen de lo que es y medida de los que debe ser, como fuente de la misma existencia humana y como
autoridad moral que interpela al hombre.
El encuentro
con Dios, con lo sobrenatural, abre al hombre a la experiencia del don y de la gratuidad
de la propia vida recibida y de las propias capacidades y recursos; así como
nos invita a la administración responsable y compartida de todo ello con
aquellos que nos encontramos a nuestro lado: el prójimo.
Vemos así que el mandamiento mayo de nuestra
fe cristiana “Amor a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a nosotros
mismos” responde a la misma naturaleza humana como consecuencia de su misma existencia
y no como una norma impuesta “contra natura”.