martes, 5 de enero de 2016

AMOR EXIGE AMOR: LA FE DE ISRAEL REFLEXIÓN DIARIA DEL COMPENDIO DE LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA (n. 21-24)


AMOR EXIGE AMOR: LA FE DE ISRAEL
REFLEXIÓN DIARIA DEL COMPENDIO DE LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA (n. 21-24)

21 Sobre el fondo de la experiencia religiosa universal, compartido de formas diversas, se destaca la Revelación que Dios hace progresivamente de Sí mismo al pueblo de Israel. Esta Revelación responde de un modo inesperado y sorprendente a la búsqueda humana de lo divino, gracias a las acciones históricas, puntuales e incisivas, en las que se manifiesta el amor de Dios por el hombre.
El reconocimiento de lo Divino por parte de la experiencia religiosa del hombre, encuentra su plenitud en la revelación cristiana donde Dios viene a colmar y dar plenitud a la búsqueda que el hombre hace. Dios mismo se da a conocer.
Esta es la experiencia del pueblo de Israel donde Dios actuando en favor del pueblo se hace presente como el origen del ser y como principio de lo que debe ser desde la dinámica del don y de la gratuidad.
La revelación de su nombre a Moisés “Yo soy el que soy” manifiesta que “Dios es” desde siempre y para siempre y al mismo tiempo  es el que da el ser a todo los que nos rodea: Dios se muestra así cercano y amigo de los hombres.
La revelación de la ley al pueblo, como parte de la Alianza, “constituyen un extraordinario camino de vida e indican las condiciones más seguras para una existencia liberada de la esclavitud del pecado, contienen una expresión privilegiada de la ley natural.”  Esos mandamientos han de entenderse también por parte del hombre como respuesta amorosa al mismo amor de Dios, recordando aquello de que “amor exige amor”.
En la revelación de la ley, Dios no sólo manifiesta lo que ha de ser, el camino de la justicia, sino también el medio para reparar la injusticia. Ejemplo de esto son los mismos mandamientos, pero también la ley del año sabático y del año jubilar. ¡Cuántas veces en el Antiguo Testamento escuchamos la defensa que Dios hace los pobres, de los extranjeros, de los huérfanos y de las viudas!
La revelación de Dios en el AT no sólo afecta a la parte espiritual del pueblo, sino que engloba toda la vida del pueblo de Israel: sus relaciones sociales, económicas, políticas….
Los profetas insistirán constantemente en la interiorización de la ley para que el hombre siendo consciente del amor y la misericordia gratuita de Dios, actúe también así con sus prójimos.
Un ejemplo de esto lo tenemos en Is 58 donde el profeta manifiesta el verdadero sentido de la ley del ayuno: “si te ofreces al hambriento, y sacias el deseo del afligido, entonces surgirá tu luz en las tinieblas, y tu oscuridad será como el mediodía.”