Santo Rosario.
Por la señal...
Monición
inicial: Se
hace hoy memoria del Beato John Henry Newman, sacerdote y cardenal, que por
gracia divina y sus estudios de la historia de la fe se convirtió del anglicanismo
a la fe católica. Entregó su alma a Dios tal día como hoy de 1890. Él decía: "El rosario es un Credo hecho oración." Con algunos
pensamientos suyos, lo meditamos hoy.
Señor
mío Jesucristo…
MISTERIOS DOLOROSOS
1. La Oración
de Jesús en el Huerto
“Todos
se encuentran ahí: sólo falta una persona; y no estaba porque Ella que no tuvo
parte en el pecado, era la única que podía consolarte; por eso no estaba cerca
de los pecadores. María estaría cerca de Ti en la Cruz, y lejos de Ti en el
huerto. Ha sido tu compañera y tu confidente durante tu vida; intercambió contigo
los puros pensamientos y santas meditaciones de treinta años; pero su oído
virginal no puede percibir, ni su corazón inmaculado concebir, lo que ahora se
te presenta cual visión delante de tu vista. Sólo Dios pudo soportar tal
prueba; algunas veces has mostrado a tus Santos la imagen de un pecado, como
aparecen a la luz de tu faz, o de pecados veniales, y no de mortales; y ellos
nos han dicho que su vista les acarreó todos los horrores menos la muerte, y,
los hubiera muerto si no hubieran sido instantáneamente retirados. La Madre de
Dios aun con toda su Santidad, ni aun en razón de ella, podría haber soportado
ni una parte de aquella innumerable progenie de Satanás que ahora te cerca. Es
la eterna historia del mundo, y Dios solamente puede soportar su peso.”.
2. La
flagelación de Jesús atado a la columna.
“Hermanos
míos, Cristo sangró an¬tes de tiempo; Cristo derramó su sangre, pues su Alma
agónica rompió su envoltura humana y fluyó en sangre al exterior. Su Pasión
comenzó por su interior. Aquel atormentado corazón, centro de ternuras y de
amor, comenzó a trabajar y golpear vehemente y más de lo que podía soportar
según las leyes naturales; “los ci¬mientos del abismo profundo se quebraron”;
el rojo fluido vital circuló tan abundante y vigorosamente por todo su cuerpo,
que desbordando las venas y aflorando por los poros, detúvose como copioso
rocío sobre su sacrosanta piel, convirtiéndose luego en go¬tas que rodaron
henchidas y pesadas empapando la tierra..”
3. La
coronación de espinas
“Nos
detendremos, especialmente, hermanos míos en Jesucristo, a considerar los
sufrimientos corporales de la prisión de Jesús, su peregrinación ante los
jueces, sus golpes y heridas, sus azotes, la corona de espinas, los clavos, la
Cruz. Todo esto está compendiado en el Crucifijo que pende ante nuestra vista:
todo esto está representado en su sacrosanta carne, pendiente de la Cruz, y al
verlo se nos facilita la meditación.”
4. Nuestro
Señor con la cruz a cuestas camino del Calvario
“Dios
Te rodea con sus cuidados y te lleva en sus brazos, te alza y te deposita en el
suelo. Ve tu auténtico semblante ya esté sonriendo o cubierto de lágrimas, sano
o enfermo. Vigila con ternura tus manos y tus pies, oye tu voz, el latido de tu
corazón y hasta tu respiración. Tú no te amas a ti mismo más de lo que Él te
ama.”
5. La
crucifixión y muerte del Señor
“Te pido,
¡Oh, mi buen Jesús!, por la Santa Iglesia, tu amada esposa, y nuestra verdadera
Madre, por todas las almas de los justos y por todos los pobres pecadores, por
los afligidos y por los moribundos, y en fin, por toda la humanidad. No has de
permitir que tu Sangre sea derramada en vano. Finalmente, dígnate aplicarla para
aliviar las penas de las almas del purgatorio, y particularmente las de
aquellos que en su vida practicaron esta santa devoción de adorarte en la Cruz.”
Se recomienda en el mes de octubre la oración A vos bienaventurado San José