viernes, 24 de noviembre de 2023

DÍA 25. EL PURGATORIO Y LAS OBRAS DE PIEDAD

DÍA 25

EL PURGATORIO,

Y LAS OBRAS DE PIEDAD

 

MES DE NOVIEMBRE PARA LA REFORMA

Y PERFECCIÓN DE LA VIDA

A LA LUZ DEL PURGATORIO Y POR MEDIO DE LA DEVOCIÓN A LAS BENDITAS ALMAS

D. Felix Sardá y Salvany

 

+Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

ACTO DE CONTRICIÓN

Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Redentor y Salvador mío, que habéis de ser un día Juez inexorable de mi pobre alma: a vuestros pies se presenta la mía llena de confusión por sus muchos pecados y por la enorme deuda que por ellos tiene pendiente ante vuestro justísimo tribunal. Perdonádselo todo, oh, amantísimo Jesús, por los méritos de vuestra Sangre, que es de valor infinito, pues ya arrepentido y humillado os pido perdón y reconciliación. Concedédmelo por las lágrimas de vuestra dolorida Madre, que lo es de un modo particular de los pecadores como yo, y por lo mucho que amáis a vuestras esposas, las almas del Purgatorio, en cuya utilidad y sufragio me propongo practicar este piadoso ejercicio. Amén.

 

DIA 25

EL PURGATORIO,

Y LAS OBRAS DE PIEDAD

 

I

Además de los dichos, tiene otros medios aún más fáciles de satisfacción y sufragio por las benditas almas nuestra Santa Religión. Y son las obras todas de piedad, lo que en frase generalísima se llama «hacer bien», y las comprende todas. Tienen tales obras valor por sí mismas como obras buenas, y sobre éste el de las indulgencias con que hayan sido tal vez enriquecidas. Es imposible citarlas todas, porque son innumerables. Sólo haremos mención de algunas principalísimas:

La Visita diaria al Santísimo Sacramento. Teniendo tan cerca de nosotros en su más viva realidad la persona de Cristo Dios en la Santísima Eucaristía es doloroso el olvido en que tienen muchos cristianos la práctica de acudir diariamente a Él, para exponerle sus necesidades, y en particular para rogar por sus difuntos. ¿Dónde podremos buscar mejor y más fácil y más eficaz consuelo?

El santo Viacrucis. De todas las conmemoraciones de la Pasión y Muerte del Salvador, ésta, después del sacrificio de la Misa, es la más autorizada en la Iglesia de Dios. El sangriento camino del Calvario, recorrido una vez con la cruz a cuestas por nuestro buen Jesús, puede serlo otras mil por el buen cristiano con igual espíritu e iguales provechos, meditando en cada una de las estaciones de esta dolorosa vía el respectivo paso, y ofreciéndolo por sí y por las almas de su intención. Las indulgencias son innumerables.

El Santo Rosario. ¿Se quiere medio más fácil y hacedero de rogar por los difuntos que el rezo de esta tan popular devoción? Las cuentas del Rosario pueden bien llamarse cables y cuerdas, que desde la tierra se arrojan a los náufragos en aquel mar de penas, para sacarlos de ellas al puerto del eterno descanso. Las indulgencias son sin fin y aplicables todas a las almas del Purgatorio.

 

II

Gran confusión deberá ser la mía ante vuestro juicio, oh, soberano Señor, cuando en él se me acuse de no haber aprovechado tantos y tan fáciles medios de santificación y satisfacción, como me ofrece hoy vuestra bondad en las diferentes prácticas y ejercicios .de la piedad cristiana. Tan próvida ha sido aquélla para nuestro bien, que las ha dispuesto sencillas, cómodas, asequibles a todas las condiciones de la vida, a todas las edades, sexos, temperamentos y grados de instrucción Nadie puede excusarlas por pobre o por rudo o por ocupado. El enfermo en su cama o sillón, como el preso en su cárcel, y el viajante en sus negocios, y el pastor en su cabaña, y el rico o el rey en su palacio pueden igualmente' y con igual fruto practicarlas. No necesitan talentos, ni fuerza corporal, ni caudal de dineros, ni posición desocupada. Son obra del amor, y para ellas sólo el amor se necesita. Amor a Dios, amor a las almas, amor a los supremos intereses de la nuestra propia. ¿Quién puede negarse a ese triple poderosísimo estímulo para tarea tan fácil? Recordando el paso de vuestro entierro y sepultura, divino Jesús, procuraré avivar más y más en mi alma el fervor de diariamente visitaros en el Santísimo Sacramento, dónde como amortajado en la sábana y sudarios de los blancos accidentes os quedáis reservado para mi compañía y consuelo en el Sagrado Tabernáculo. El piadoso Vía Crucis me recordará los pasos de vuestra dolorida Madre, cuando desde el Calvario en retorno a Jerusalén, la tristísima tarde del Viernes Santo, iba siguiendo el rastro de vuestra Sangre y meditando por vez primera las Sagradas Estaciones. Y en el rezo del Santísimo Rosario, recorreré toda vuestra vida y la de Ella, con sus goces, dolores y triunfos, para aprender cuanto ellos me enseñan y esperar para mí y para las benditas almas lo que por ellos se me promete. Amén.

 

ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS

Os ofrezco, piadosísimo Señor y Padre mío, los rezos y demás actos de este día en sufragio de las benditas almas del Purgatorio, suplicándoos por vuestra infinita bondad y por los dolores y lágrimas de vuestra Madre y mía María Santísima, el consuelo y alivio y final descanso de aquellas vuestras esposas por la gracia y hermanas mías por la fe y la caridad. De un modo particular os recomiendo las de mis padres, parientes, amigos y bienhechores, por quien tengo sin duda mayor obligación; las de cuantos por mi causa estén en aquellas acerbas penas; las de los que están más olvidados de todos y más necesitados de mi pobre sufragio. ¡Oh, Señor y Padre mío! Aceptad en descuento de sus deudas ante vuestra eterna justicia mis humildes satisfacciones, y muy particularmente cada uno de los actos de este Mes, y concededme ser, como mis hermanas las almas del Purgatorio, eficazmente ayudado, cuando en él se halle la mía. Amén.

***

En recuerdo de la Sagrada Pasión de nuestro Salvador y en sufragio de las benditas almas:

5 padrenuestros, Avemaría y Gloria.

 

Requiem æternam dona eis, Domine, et lux perpetua luceat eis.

Requiescant in pace. Amen.

Fidelium animae per misericordiam Dei requiescant in pace. Amen.