lunes, 13 de noviembre de 2023

DÍA 14. EL PURGATORIO Y EL VANO DESEO DE AGRADAR

DÍA 14

EL PURGATORIO,

Y EL VANO DESEO DE AGRADAR

 

MES DE NOVIEMBRE PARA LA REFORMA

Y PERFECCIÓN DE LA VIDA

A LA LUZ DEL PURGATORIO Y POR MEDIO DE LA DEVOCIÓN A LAS BENDITAS ALMAS

D. Felix Sardá y Salvany

 

+Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

ACTO DE CONTRICIÓN

Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Redentor y Salvador mío, que habéis de ser un día Juez inexorable de mi pobre alma: a vuestros pies se presenta la mía llena de confusión por sus muchos pecados y por la enorme deuda que por ellos tiene pendiente ante vuestro justísimo tribunal. Perdonádselo todo, oh, amantísimo Jesús, por los méritos de vuestra Sangre, que es de valor infinito, pues ya arrepentido y humillado os pido perdón y reconciliación. Concedédmelo por las lágrimas de vuestra dolorida Madre, que lo es de un modo particular de los pecadores como yo, y por lo mucho que amáis a vuestras esposas, las almas del Purgatorio, en cuya utilidad y sufragio me propongo practicar este piadoso ejercicio. Amén.

 

DIA 14

EL PURGATORIO,

Y EL VANO DESEO DE AGRADAR

 

I

Es ésta otra esclavitud, parecida a la del respeto humano, aunque con objeto diverso. En aquélla queremos complacer a los demás; en ésta, a nosotros mismos, en aquélla nos hacemos esclavos del capricho ajeno; en ésta de la vanidad propia, pero ésta como aquélla son fuente inagotable de faltas y defectos, que tendremos que expiar en el Purgatorio, si no los expiamos acá con la penitencia. ¡Cuántos sacrificios se hacen de la conciencia para servir a este ídolo de la propia vanidad y del deseo de agradar al mundo y a los mundanos! ¡Cuántas abdicaciones del deber en aras del mundanal con que les gusta embriagarse a ciertas pobres almas! ¡Y tal vez cuántos peligros para el mismo honor, para la paz doméstica y conyugal, para la salud misma y para la misma vida! No solamente la mujer en sus diversos estados paga odioso tributo a esas culpables aficiones del buen parecer; hasta los hombres son, en ocasiones, débiles mujeres en lo que atañe a ese punto. Muchas miserables flaquezas de la vida pública, que tanto se parecen a abominables apostasías y traiciones, no reconocen quizá a otro origen. El secreto de ciertas concesiones y tolerancias con el mal; así como el horror a ciertas intransigencias, no es a veces otro que el femenil prurito de rio crearse en sociedad antipatías y odiosidades, que podría acarrear la profesión franca y sincera de la verdad católica. No se tarda en seguirles el humor a aquellos a quienes se quiere a toda costa hacerse agradable. ¡Lástima que no se si.ga igual conducta cuando se trata como se debe de agradar a Dios! Aquí debieran parecernos pocos todos los sacrificios del amor propio y de nuestras locas vanidades. ¡Cuán abundante materia de expiación para el Purgatorio proporcionará a muchos cristianos y cristianas los conceptos que acaban de indicarse!

II

Después del tormento de la flagelación os trae aparejada, divino Jesús mío, la soldadesca impía la sangrienta mofa de la coronación de espinas, del manto de, púrpura y del cetro de caña. Con ese burlesco atavío os saluda como rey de farsa, al paso que os hiere despiadadamente en la única parte del sagrado cuerpo que los azotes perdonaron, que fue la cabeza. A ello les mueve el insaciable afán de inventar contra Vos injurias y vituperios, nunca contra otro alguno imaginados. Mas a Vos os mueve a aceptarlos el amor que tenéis a mi alma y el empeño de ofrecerme con ello nuevos ejemplos de sublime enseñanza. ¿Qué son, en efecto, esos ridículos disfraces de rey, y esas falsas reverencias y genuflexiones, sino correctivos de mi vanidad mujeril y de mi insensato afán por conquistarme aplausos y complacencias, aunque sea de vuestros enemigos y aun a costa de vuestra gracia y amistad? ¿Qué debería yo desear, discípulo y amigo vuestro, sino que como a Vos me menospreciasen y aborreciesen los que a Vos menosprecian y aborrecen? ¡Cuánto debe hacer sospechosa mi lealtad hacia Vos el que se me vea mendigar simpatías y sonrisas de los que no tienen para Vos más que odios y desdenes! No se estiman así en el mundo los amigos o los que se tienen por tales. ¿Sólo os han de serlo por tan rara manera los que dicen serlo de Vos? ¡Señor y Dios mío! A mi pobre alma que tantas veces ha procurado agradar al mundo más que a Vos, y a las infelices del Purgatorio que por tales deslealtades gimen en aquella cárcel de penas, perdonadnos y aplicadnos para ello los méritos de ese paso de vuestra Pasión. Acerbas espinas, crueles bofetadas, inmundas salivas, andrajosa púrpura, sed el precio de la redención y libertad de alguna de aquellas mis hermanas cautivas, por quienes suplico en este día. Amén.

 

ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS

Os ofrezco, piadosísimo Señor y Padre mío, los rezos y demás actos de este día en sufragio de las benditas almas del Purgatorio, suplicándoos por vuestra infinita bondad y por los dolores y lágrimas de vuestra Madre y mía María Santísima, el consuelo y alivio y final descanso de aquellas vuestras esposas por la gracia y hermanas mías por la fe y la caridad. De un modo particular os recomiendo las de mis padres, parientes, amigos y bienhechores, por quien tengo sin duda mayor obligación; las de cuantos por mi causa estén en aquellas acerbas penas; las de los que están más olvidados de todos y más necesitados de mi pobre sufragio. ¡Oh, Señor y Padre mío! Aceptad en descuento de sus deudas ante vuestra eterna justicia mis humildes satisfacciones, y muy particularmente cada uno de los actos de este Mes, y concededme ser, como mis hermanas las almas del Purgatorio, eficazmente ayudado, cuando en él se halle la mía. Amén.

***

En recuerdo de la Sagrada Pasión de nuestro Salvador y en sufragio de las benditas almas:

5 padrenuestros, Avemaría y Gloria.

 

Requiem æternam dona eis, Domine, et lux perpetua luceat eis.

Requiescant in pace. Amen.

Fidelium animae per misericordiam Dei requiescant in pace. Amen.