domingo, 12 de noviembre de 2023

DÍA 13. EL PURGATORIO Y LOS HUMANOS RESPETOS

DÍA 13

EL PURGATORIO Y LOS HUMANOS RESPETOS

 

MES DE NOVIEMBRE PARA LA REFORMA

Y PERFECCIÓN DE LA VIDA

A LA LUZ DEL PURGATORIO Y POR MEDIO DE LA DEVOCIÓN A LAS BENDITAS ALMAS

D. Felix Sardá y Salvany

 

+Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

ACTO DE CONTRICIÓN

Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Redentor y Salvador mío, que habéis de ser un día Juez inexorable de mi pobre alma: a vuestros pies se presenta la mía llena de confusión por sus muchos pecados y por la enorme deuda que por ellos tiene pendiente ante vuestro justísimo tribunal. Perdonádselo todo, oh, amantísimo Jesús, por los méritos de vuestra Sangre, que es de valor infinito, pues ya arrepentido y humillado os pido perdón y reconciliación. Concedédmelo por las lágrimas de vuestra dolorida Madre, que lo es de un modo particular de los pecadores como yo, y por lo mucho que amáis a vuestras esposas, las almas del Purgatorio, en cuya utilidad y sufragio me propongo practicar este piadoso ejercicio. Amén.

DIA 13

EL PURGATORIO,

Y LOS HUMANOS RESPETOS

 

I

No es solamente la pereza y flojedad lo que hace andar remisas y decaídas a muchas almas en el divino servicio y en sus principales deberes de buenas cristianas. Gran parte de ello se debe a la horrible impedimenta del respeto humano. Grilletes y cadenas lleva en las manos y pies para toda obra buena el que una vez se dejó prender y rendir bajo la dominación de ese aborrecible cuanto despreciable tirano. Despreciable y aborrecible, pero que no obstante alcanza de muchas almas consideración y tributo que tal vez se niegan o regatean al mismo Dios. ¡Cuánto mal no se hace y cuánto bien no deja de hacerse sólo por el vil temor al qué dirán! ¿Por qué no cumplen muchos cristianos las promesas de su bautismo, o por qué las cumplen otros sólo a medias o con tanta imperfección, sino por el temor de aparecer ante el mundo merecedores de sus burlonas sonrisas? Más que el hierro de los verdugos, más que las proscripciones de los perseguidores, hace cada día apostatar prácticamente de Cristo esa in­ cesante persecución del respeto humano. ¡Ojalá desgarrase los cuerpos, en vez de enervar traidoramente los espíritus! Menos serían los daños de la Religión y los peligros de las almas, y menos las caídas de muchas de éstas en el infierno y de otras muchas en las llamas expiadoras del Purgatorio; El mundo, ese rival eterno del Evangelio, puede bien gloriarse de esos vergonzosos triunfos, que Je otorga nuestro rebajamiento de carácter y la poca virilidad e independencia de nuestra cristiana convicción.

 

II

Os veo, Señor y Jesús mío, atado como esclavo vil a una columna, y allí desgarradas vuestras desnudas carnes por el látigo del sayón. Es la obra del respeto humano, en un juez que esclavo de sus tiranías, no se atreve a condenaros como reo de muerte en cruz, pero tampoco a declarar vuestra inculpabilidad e inocencia. El respeto al mundo feroz que aúlla bajo la galería de su Pretorio le ha inspirado esta equitativa solución, y ha entregado vuestra divina persona a los destrozos de la flagelación más inhumana. Así proceden mil veces con Vos, Dios y Jesús mío, no los paganos como Pilatos, sino muchos cristianos que habéis redimí.: do con vuestra sangre y sellado con vuestro bautismo. Si andáis azotado y si anda en picota vuestra Iglesia, se debe más que a la ferocidad de los perseguidores, al vil respeto humano, que entorpece la acción de los que debieran ser vuestros defensores más resueltos. No os azotan personalmente esos hijos blandos y acomodaticios, pero os ven azotar y despedazar, sin que levanten sus labios airado grito de protesta y sus brazos el arma que les da la ley para romper vuestras ligaduras. Y aún en la práctica diaria de las obras de vuestro servicio, en la asistencia al templo, en la frecuencia de los Sacramentos, en el uso de las fórmulas de cristiana conversación, en el orden de nuestra vida doméstica, en la moderación de nuestro lujo y ostentación, ¡cuántas veces, en pugna nuestra conciencia católica con el humano respeto, dejamos que quede este vencedor y quede aquélla vencida y esclavizada! ¡Señor y Dios mío! Dadme la santa libertad de los que verdaderamente no quieren reconocer a otro que, a Vos por su dueño y señor, y se hacen superiores a todo otro género de dominaciones y señoríos. Y aplicad hoy a las almas del Purgatorio, que por humanos respetos están en él, los dolores inmensos que padecisteis en vuestra flagelación cruentísima. Amén.

 

ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS

Os ofrezco, piadosísimo Señor y Padre mío, los rezos y demás actos de este día en sufragio de las benditas almas del Purgatorio, suplicándoos por vuestra infinita bondad y por los dolores y lágrimas de vuestra Madre y mía María Santísima, el consuelo y alivio y final descanso de aquellas vuestras esposas por la gracia y hermanas mías por la fe y la caridad. De un modo particular os recomiendo las de mis padres, parientes, amigos y bienhechores, por quien tengo sin duda mayor obligación; las de cuantos por mi causa estén en aquellas acerbas penas; las de los que están más olvidados de todos y más necesitados de mi pobre sufragio. ¡Oh, Señor y Padre mío! Aceptad en descuento de sus deudas ante vuestra eterna justicia mis humildes satisfacciones, y muy particularmente cada uno de los actos de este Mes, y concededme ser, como mis hermanas las almas del Purgatorio, eficazmente ayudado, cuando en él se halle la mía. Amén.

***

En recuerdo de la Sagrada Pasión de nuestro Salvador y en sufragio de las benditas almas:

5 padrenuestros, Avemaría y Gloria.

 

Requiem æternam dona eis, Domine, et lux perpetua luceat eis.

Requiescant in pace. Amen.

Fidelium animae per misericordiam Dei requiescant in pace. Amen.