VIERNES DESPUÉS DE CENIZA
Forma Extraordinaria del Rito Romano
Evangelio según
San Mateo 5,43-48.6,1-4
Habéis oído que fue dicho:
Amarás a tu prójimo y tendrás odio a tu enemigo.
Yo os digo más: Amad a vuestros
enemigos, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os persiguen y
calumnian, para que seáis hijos imitadores de vuestro Padre celestial, el
cual hace nacer su sol sobre buenos y malos, y llover sobre justos y pecadores.
Que si no amáis sino a los que
os aman, ¿qué premio habéis de tener? No lo hacen así aun los publicanos?
Y si no saludáis a otros que a vuestros hermanos, ¿qué tiene eso de particular?
Por ventura ¿no hacen también esto los paganos?
Sed, pues, vosotros, perfectos,
así como vuestro Padre celestial es perfecto, imitándole en cuanto podáis.
Guardaos bien de hacer vuestras
obras buenas en presencia de los hombres con el fin de que os vean, de otra
manera no recibiréis su galardón de vuestro Padre que está en los cielos.
Y así cuando das limosna no
quieras publicarla a son de trompeta, como hacen los hipócritas en las
sinagogas y en las calles, o plazas, a fin de ser honrados de los hombres. En
verdad les digo que ya recibieron su recompensa.
Mas tú cuando des limosnas,
haz que tu mano izquierda no perciba lo que hace tu derecha, para que tu
limosna quede oculta; y tu Padre, que ve lo más oculto, te recompensará en
público.