lunes, 5 de febrero de 2018

EL ROSARIO DE HOY CON SAN PEDRO JULIÁN EYMARD





Santo Rosario.
Por la señal... 
Monición inicial: El 4 de febrero de 1811, nacía San Pedro Julián Eymard, que fue primeramente sacerdote diocesano y después miembro de la Compañía de María. Adorador eximio del Misterio eucarístico, fundó nuevas congregaciones, una de clérigos y otra de mujeres, para fomentar y difundir la piedad hacia el Santísimo Sacramento. Murió en la aldea La Mure, cerca de Grenoble, en Francia, donde había nacido en el año 1868. Con algunos de sus pensamientos meditamos el rosario de hoy. 
MISTERIOS GOZOSOS
1.- La encarnación del Hijo de Dios en las entrañas purísimas de la Virgen María.
“El Verbo divino reparó, por la encarnación, y restauró la gloria del creador, oscurecida en la creación por el pecado del primer hombre, a que le arrastró la soberbia.
Para ello se humilló el Verbo eterno hasta unirse a la naturaleza humana; tomó carne en el purísimo seno de María y se anonadó a sí mismo tomando forma de esclavo..”
2.-La Visitación de Nuestra Señora a su prima santa Isabel.
“Imitad en vuestra acción de gracias la humildad de santa Isabel cuando recibe a María llevando al Verbo encarnado; el estremecimiento de san Juan Bautista en presencia de su Señor, oculto, como él, en el claustro materno.”
3.-El nacimiento del Niño Dios en el portal de Belén
“En efecto, no hay nadie, por pobre que sea, que haya tenido tanta miseria en su nacimiento como el Verbo encarnado, quien no tuvo otra cuna que la paja de los animales, ni otra morada que un establo de ganados.”
4.-La purificación de Nuestra Señora y presentación del Niño Jesús en el templo
"El mejor medio de asistir a la santa misa es unirnos con la augusta víctima. Haced lo que ella, ofreceos como ella, con la misma intención que ella, y vuestra ofrenda será así ennoblecida y purificada, siendo digna de que Dios la mire con complacencia si va unida a la ofrenda de Jesucristo."
5.- El niño Jesús perdido y hallado en el templo
“Dejadlo todo, pero nunca la oración; ella os volverá al buen camino, por lejos que estéis de Dios, pero sólo ella! Si os aficionáis a ella en la vida cristiana, os conducirá a la santidad y a la felicidad en este mundo y en el otro..”