Santo Rosario.
Por la señal...
Monición
inicial: Entre
los santos de este día, se encuentra la beata Ascensión del Corazón de Jesús
Nicol Goñi. Nació en Navarra e ingresó en las dominicas de Santa Rosa que
combinaban la vida contemplativa y la enseñanza. Enviada como misionera a Lima
(Perú), fundó junto con el obispo mons. Zubieta las Misioneras Dominicas
Hermanas del Rosario dedicadas a las misiones y la educación. Fue la primera
misionera en la Amazonía Peruana.
Ofrecemos
este rosario que vamos a meditar con sus pensamientos para que también nosotros
nos llenemos de celo misionero y pedimos por todos aquellos que todavía nos han
recibido el anuncio del Evangelio para que sean fieles a ley natural inscrita
por Dios en todos los corazones.
Señor mío
Jesucristo...
MISTERIOS GOZOSOS
1.- La encarnación del Hijo de Dios en las entrañas
purísimas de la Virgen María.
““El
alma que se ofrece como víctima, es como si dijera a Dios: Aquí me tienes para
cumplir tu voluntad; heme aquí para sufrir, para amar, para inmolarme, callar,
no desear cosa alguna fuera de Ti.”
2.-La Visitación de Nuestra Señora a su prima santa
Isabel.
“El
secreto de la paz y de la dicha está en el olvido de sí misma, en el vaciarse
de sí para que todo lo llene Dios.”
3.-El nacimiento del Niño Dios en el portal de Belén
“Pida
para que sepa aprovecharme de estas
pequeñas cosas y me una cada día más a Nuestro Señor; ya que a mis años no hay
que esperar sino la llamada divina y es necesario preparar lo necesario para
estar lista.”
4.-La purificación de Nuestra Señora y presentación del
Niño Jesús en el templo
"No
sentí grandes entusiasmos... sólo una fuerza irresistible me llevó a ofrecerme
y aun sentía placer pensando que quizá mi ofrecimiento no fuese aceptado. Mas
experimentaba en mí la necesidad de hacer aquel ofrecimiento porque temía
defraudar los designios de Dios sobre mí, si no me ofrecía para todo
sacrificio."
5.- El niño Jesús perdido y hallado en el templo
“Dios
se valió de mi amor propio para darme el inestimable don de la vocación
religiosa, para darme la verdadera felicidad, de tal modo que no hubo un día
triste para mí desde que me consagré a Jesucristo.”