IV
DOMINGO DE PASCUA
Forma
Extraordinaria del Rito Romano
Ahora
me voy al que me envió, y ninguno de vosotros me pregunta: “¿Adónde
vas?”. Sino que, por haberos dicho esto, la tristeza os ha llenado el
corazón. Sin embargo, os digo la verdad: os conviene que yo me vaya; porque si
no me voy, no vendrá a vosotros el Paráclito. En cambio, si me voy, os lo
enviaré. Y cuando venga, dejará convicto al mundo acerca de un pecado, de una
justicia y de una condena. De un pecado, porque no creen en mí; de
una justicia, porque me voy al Padre, y no me veréis; de una condena, porque el
príncipe de este mundo está condenado.
Muchas cosas me quedan por
deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora; cuando venga él, el
Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena. Pues no hablará por cuenta
propia, sino que hablará de lo que oye y os comunicará lo que está por venir.
Jn
16,5-14
COMENTARIOS AL EVANGELIO
Homilía de maitines ERAN CONSOLADOS CON SU PRESENCIA. San Agustín