Tomas de Kempis
Señor, en la sencillez de mi corazón, me ofrezco a Ti. Recíbeme con la santa oblación de tu Precioso Cuerpo, que hoy te ofrezco en la invisible presencia de los ángeles para que aproveche para mi salvación y la de todo tu pueblo. Señor, te presento también sobre el altar de tu misericordia todos mis pecados y delitos que he cometido en tu presencia para que borres todas las manchas de mis pecados y me restituyas tu gracia que perdí pecando. Te ofrezco también todo lo bueno que he hecho aunque sea poco e incompleto, para que Tú lo restaures y santifiques, lo recibas con agrado, lo hagas digno de Ti y siempre lo conviertas en mejor.
Te ofrezco igualmente todos los piadosos deseos de las personas religiosas, las necesidades de parientes, amigos, hermanos y hermanas que más aprecio. Te ofrezco además oraciones y sacrificios especialmente por quienes de alguna forma me perjudicaron, entristecieron o insultaron me ocasionaron algún daño u ofensa.
Haz que nosotros vivamos de manera que seamos dignos de gozar enteramente de tu gracia y de alcanzar la Vida eterna. Así sea.
Imitación de Cristo, L. III, cap. 9
Señor, en la sencillez de mi corazón, me ofrezco a Ti. Recíbeme con la santa oblación de tu Precioso Cuerpo, que hoy te ofrezco en la invisible presencia de los ángeles para que aproveche para mi salvación y la de todo tu pueblo. Señor, te presento también sobre el altar de tu misericordia todos mis pecados y delitos que he cometido en tu presencia para que borres todas las manchas de mis pecados y me restituyas tu gracia que perdí pecando. Te ofrezco también todo lo bueno que he hecho aunque sea poco e incompleto, para que Tú lo restaures y santifiques, lo recibas con agrado, lo hagas digno de Ti y siempre lo conviertas en mejor.
Te ofrezco igualmente todos los piadosos deseos de las personas religiosas, las necesidades de parientes, amigos, hermanos y hermanas que más aprecio. Te ofrezco además oraciones y sacrificios especialmente por quienes de alguna forma me perjudicaron, entristecieron o insultaron me ocasionaron algún daño u ofensa.
Haz que nosotros vivamos de manera que seamos dignos de gozar enteramente de tu gracia y de alcanzar la Vida eterna. Así sea.
Imitación de Cristo, L. III, cap. 9