Santo Rosario.
Por la señal...
Monición
inicial: Se
hace hoy memoria del beato Santiago Alberione, sacerdote italiano, que,
solícito por la evangelización, se dedicó enteramente a poner al servicio de la
sociedad humana los instrumentos de comunicación social para promover la verdad
de Cristo, fundando, además, la Congregación de la Pía Sociedad de San Pablo
Apóstol (1971).
Amante
del rosario, decía: Cuando rezamos el
Rosario repetimos cincuenta veces Ruega por nosotros pecadores ahora y en la
hora de nuestra muerte, María obtendrá a quienes practican fielmente la
devoción del Rosario el desprendimiento de todo lo que es terrenal y la gracia
de morir plenamente abandonados en Dios.
Señor
mío Jesucristo…
MISTERIOS GLORIOSOS
1.-La
Resurrección del Señor.
“El
fiel cree, no porque ha entendido así con la razón, sino porque así lo dice
Dios. Puede incluso no entender nada del misterio creído; ¿pero qué importa? Lo
dice Dios, y basta. Se trata, para la mente, de una renuncia a vivir en sí
misma, para vivir en Dios; vida nueva, superior a la simplemente humana;
mortificación y abnegación de la inteligencia.”
2.- La
Ascensión del Señor
“«La
esperanza no defrauda» [Rom 5,5]. El desaliento¿es el resultado de pensamientos
oscuros o de fracasos? De todos modos es la carcoma roedora, la ruina del
ideal. Ahí hay que concentrar la lucha a toda costa, pues el enemigo trata de
abatir los fundamentos del edificio. El peor demonio del infierno es el
desaliento.”
3.- La Venida
del Espíritu Santo sobre los Apóstoles reunidos en torno a la Virgen María
“Las
luces del Espíritu Santo nos muestran, pues, lo que debemos hacer y cómo
debemos comportarnos en ciertos casos difíciles e importantes, como cuando se
trata de la salvación eterna o de la propia santificación, por ejemplo, en la
vocación o en determinadas ocasiones de pecado. Para cultivar este don es
necesario un profundo sentimiento de la propia impotencia y el recurso habitual
al Espíritu Santo.”
4.- La
Asunción de María Santísima a los Cielos
“El
joven rico está preocupado de la eternidad y pregunta: «¿Qué debo hacer para
salvarme?».
El
joven se forma especialmente con la consideración del fin, es decir, meditar
sobre la muerte, el juicio, el infierno, el paraíso, la resurrección final, la
sentencia definitiva, la eternidad. «En todas tus acciones piensa en el
desenlace, y nunca pecarás» [Sir 7,36].61 Hay que buscar la verdadera
felicidad. El fin impone la elección de los medios..”
5.- La
Coronación De La Virgen Como Reina Y Señora De Todo Lo Creado.
“La
verdadera vida a la que estamos encaminados tras la peregrinación terrena es la
vida sobrenatural de la gloria celeste: en ella seremos felices con la misma
felicidad de Dios. No nos sentaremos a una mesa humana, sino a la misma mesa
divina. Dice el Maestro divino: «Yo os confiero la realeza como mi Padre me la
confirió a mí. Cuando yo reine, comeréis y beberéis a mi mesa» (Lc 22,29-30).
En el paraíso no seremos felices en nosotros, sino en Dios.”