martes, 16 de agosto de 2016

JOAQUÍN SE UNIÓ EN MATRIMONIO CON ANA, MUJER ILUSTRE Y DIGNA DE LAS MAYORES ALABANZAS. San Juan Damasceno




Homilía de maitines
16 de agosto
SAN JOAQUÍN, PADRE DE LA SANTÍSIMA VIRGEN
Forma Extraordinaria del Rito Romano

HOMILIA DE SAN JUAN DAMASCENO
Sobre la fe ortodoxa, 1, 4. CAP. 15
Que José tuviera a David por antepasado, claramente lo demuestran los santísimos Evangelistas Mateo y Lucas. Con la diferencia, empero, de que Mateo hace descender a José de David por Salomón, y Lucas por Natán. Pero sobre la genealogía de la Virgen, ambos guardan silencio. Esto se explica teniendo presente que ni entre los hebreos, ni en la Sagrada Escritura se acostumbró a establecer la genealogía de las mujeres; puesto que la ley exigía que ningún varón tomara por esposa a una mujer de una tribu distinta de la suya. Por consiguiente, de ninguna manera se hubiera desposado con la Virgen, contra lo prescrito por la ley, José, que pertenecía a la tribu de David, y que practica la justicia (tal es, en efecto el elogio que le tributa el Evangelio), si ella no hubiese procedido de la misma estirpe real. Bastaba por consiguiente, que el Evangelista indicara el origen de José.
De consiguiente, del linaje de Natán, hijo de David, Leví engendró a Melqui y a Panter. Panter engendro a Barpater (así se le llamaba). Y este engendro a Joaquín, que fue padre de la santa Madre de Dios. Remontémonos ahora haca atrás: de la estirpe de Salomón, hijo de David, Matán tuvo con su esposa a Jacob, y al morir Matán, Melqui, descendiente de Natán, hijo de Levi y hermano de Panter, tomo por esposa a su viuda, madre de Jacob; de su segundo matrimonio nació Helí. Jacob y Helí eran, por consiguiente hermanos uterinos; el primero de la estirpe de Salomón, y el segundo de la de Natán.
Pero Helí, que era descendiente de Natán, murió sin dejar prole, por lo cual Jacob, de la estirpe de Salomón, se desposó con la viuda de su hermano, de la cual tuvo un hijo llamado José. Por naturaleza, José era hijo de Jacob y descendiente de Salomón, pero ante la ley, su padre era Helí y su raza la de Natán. Estando así las cosas, Joaquín se unió en matrimonio con Ana, mujer ilustre y digna de las mayores alabanzas. A semejanza de la antigua Ana que, estando sometida a la prueba de la esterilidad, debió a sus oraciones y a su voto, el nacimiento de su hijo Samuel, esta obtuvo del cielo, con sus oraciones y promesas, el tener una hija, la Madre de Dios, privilegio que la sitúa sobre todas las matronas más preclaras. Así, pues, la gracia (tal es la significaciones del nombre Ana), engendro a la Soberana (tal es la del nombre María). Esta alcanzo, en efecto, la categoría de soberana de toda la creación al verse elevada a la dignidad de Madre del Creador.
Transcripto por Dña. Ana María Catalina Galvez