domingo, 16 de agosto de 2015

PENSAMIENTO DE SANTA TERESA DE JESÚS: EL ALMA HERIDA


 EL ALMA HERIDA
 Muchas veces estando la persona descuidada y sin pensar en Dios, Su Majestad la despierta, a manera de una cometa que pasa veloz, o un trueno, aunque no se oye su ruído, mas entiende muy bien el alma que fue llamada por Dios, tan claro, que algunas veces, sobre todo las primeras veces, la hace estremecer y aun quejar, sin que le duela nada. Siente que es herida sabrosísimamente, mas no atina cómo ni quién la hirió; mas bien conoce que es cosa preciosa y jamás querría curarse de aquella herida.

  Quéjase con palabras de amor a su Esposo, incluso verbalmente, sin poder hacer otra cosa, porque siente que él está presente, mas no se quiere manifestar más de manera que permita al alma gozarle, y es harta pena, aunque sabrosa y dulce; y aunque quiera no tenerla, no puede; mas querría jamás no tenerla. Le satisface mucho más que el embebecimiento sabroso, que carece de pena, de la oración de quietud (VI M 2, 1).