Santo Rosario.
Por la señal...
Monición inicial:
Celebramos hoy a San Pablo de la Cruz, presbítero, que desde su juventud
destacó por su vida penitente, su celo ardiente y su singular caridad hacia
Cristo crucificado, al que veía en los pobres y enfermos. Fundó la Congregación
de los Clérigos Regulares de la Cruz y de la Pasión de Nuestro Señor
Jesucristo. (1775)
Su abandono en los brazo de la Virgen como Maestra y guía del cielo queda
expresado en este pensamiento suyo: Estrecho
es el camino del cielo. Dejémonos guiar y conducir por aquellos que Dios ha
elegido para dirigirnos y gobernarnos. Así seremos verdaderos imitadores del
Divino Infante, que se abandonó en todo a los cuidados de María, su Madre, la
Virgen purísima santísima e inmaculada.
Señor mío
Jesucristo...
MISTERIOS GOZOSOS
1.- La encarnación del Hijo de Dios en las entrañas
purísimas de la Virgen María.
“Se
acerca el tiempo del santo Adviento, en el que la Santa Madre Iglesia conmemora
el divino desposorio que el Verbo eterno celebró con la naturaleza humana en su
sacratísima Encarnación. Contemple, hija mía, este misterio de altísima
caridad, y deje que su alma se engolfe y sumerja con libertad en el mar
infinito de todo bien; desee y pida mucho que se celebre pronto el gran
desposorio de amor entre Jesús y su alma, y entre Jesús y este pobrecillo
indignísimo”
2.-La Visitación de Nuestra Señora a su prima santa
Isabel.
“Una
de las pruebas más claras del amor de Dios es buscar únicamente su santa
voluntad, y no desear sino á Dios: Dilectus meus mihi, et ego illi. “Mi muy
amado es mío, y yo soy de El. Tan pronto como se conoce la voluntad de Dios se
debe seguir. Como la cera á la proximidad del fuego se ablanda y toma las
formas que en ella se imprimen, así el alma amante debe derretirse luego que
habla el Amado.”
3.-El nacimiento del Niño Dios en el portal de Belén
Hagámonos
niños con Jesús, ocultándonos en nuestra nada; seamos humildes y sencillos como
niños, con una santa obediencia, con pureza de corazón, con amor a la santa
pobreza, con grande aprecio de los sufrimientos, y sobre todo, con una fiel
observancia de las reglas, sin pretender interpretarlas, de cualquier manera
que sea.
4.-La purificación de Nuestra Señora y presentación del
Niño Jesús en el templo
El
alma que purificada de toda mancha de pecado y de vicio, desprendida de todo lo
criado y sepultada en el sepulcro de su nada, permanece en esta divina soledad,
en esta mística muerte, renace a cada instante en el divino Verbo, a una vida
nueva, vida de amor, vida de merecimientos, vida celestial y divina.
5.- El niño Jesús perdido y hallado en el templo
Abismaos
y perdeos más y más en Dios, amándole con amor puro y desprendido de toda
propiedad; no busquéis los consuelos sensibles, más bien haced de ellos un
sacrificio al Señor. Poned los divinos favores en el incensario de vuestro
corazón y en el fuego del puro amor, y ofreced el perfume a Dios con
reconocimiento, viviendo en una verdadera desnudez de espíritu.