NO REHÚSO
LOS TRABAJOS
¡Oh, mi suave descanso de los amores de mi Dios!; no faltéis
a quien os ama, pues por Vos ha de crecer y mitigarse el tormento que causa el
Amado al alma que le desea. Deseo yo, Señor, contentaros, mas mi contento bien
se que no está en ninguno de los mortales; siendo esto así, no culpéis mi
deseo. Veisme aquí, Señor; si es necesario vivir para haceros algún servicio,
no rehuso todos cuantos trabajos me puedan venir en la tierra, como decía
vuestro amador san Martín (E 15).