Santo Rosario.
Por la señal...
Monición inicial:
Se hace hoy memoria de san Bernardo, abad y doctor de la Iglesia, el
cual, habiendo ingresado con treinta compañeros en el nuevo monasterio del
Cister, fue después fundador y primer abad del monasterio de Clairvaux
(Claraval), dirigiendo sabiamente a los monjes por el camino de los
mandamientos del Señor, con su vida, su doctrina y su ejemplo. Recorrió una y
otra vez Europa para restablecer la paz y la unidad e iluminó a la Iglesia con
sus escritos y sabios consejos, hasta que descansó en el Señor cerca de
Langres, en Francia (1153).
Se puede decir de San Bernado que ha sido el que mejor ha hablado con más
cariño y emoción acerca de la Virgen. Con él, la invocamos: "Oh clemente,
oh piadosa, oh dulce Virgen María."
Señor mío
Jesucristo...
MISTERIOS GLORIOSOS
1.-La Resurrección del
Señor.
“El Hijo único de
Dios y Sol de justicia, como inmenso y radiante cirio luminoso, está encendido
y ardiendo en la prisión de este mundo, dispuesto a compartir su luz con
cuantos quieran acercarse a él y vivir totalmente unidos a él. Nuestros pecados
crean la separación entre Dios y nosotros. Pero si los quitamos, nos uniremos,
nos encarnaremos y nos fundiremos en la verdadera luz. La luz extinguida se une
directamente para encenderse en la luz que arde y brilla; es decir, por las
formas visibles conocemos la realidad de lo invisible..”
2.- La Ascensión del
Señor
“Los Apóstoles cuando vieron subir a aquel Jesús tan amado, y elevarse tan gloriosamente
al cielo, ninguno
necesitó preguntarle: ¿dónde vas. No: la fe, convertida ya en pura visión
por así decirlo, les había enseñado a levantar humildemente los ojos al cielo,
extender sus manos limpias y pedir los dones prometidos. Y de repente se oyó un
ruido del cielo, como de viento recio, un viento de fuego que Jesús arrojaba a
la tierra con ansias de que prendiera.”
3.- La Venida del
Espíritu Santo sobre los Apóstoles reunidos en torno a la Virgen María
“Si tarda espérale,
que ha de llegar sin retraso. Los Apóstoles permanecieron diez días en esta
espera: se dedicaban a la oración en común, junto con algunas mujeres, además
de María, la Madre de Jesús. Aprende tú también a orar, a buscar, a pedir y a
llamar, y hallarás, recibirás y te abrirán. El Señor conoce tu barro: es fiel y
no permitirá que la prueba supere tus fuerzas.”
4.- La Asunción de
María Santísima a los Cielos
“Subiendo, pues, a lo
alto, la Virgen bienaventurada otorgará copiosos dones a los hombres. ¿Y cómo
no dará? Ni le falta poder ni voluntad. Reina de los cielos es, misericordiosa
es; finalmente, Madre es del Unigénito Hijo de Dios. Nada hay que pueda darnos
más excelsa idea de la grandeza de su poder o de su piedad, a no ser que
alguien pudiera llegar a creer que el Hijo de Dios se niega a honrar a su Madre
o pudiera dudar de que están como impregnadas de la más exquisita caridad las
entrañas de María, en las cuales la misma caridad que procede de Dios descansó
corporalmente nueve meses.”
5.- La Coronación De
La Virgen Como Reina Y Señora De Todo Lo Creado.
“No se aparte María
de tu boca, no se aparte de tu corazón; y para conseguir los sufragios de su
intercesión, no te desvíes de los ejemplos de su virtud. No te descaminarás si
la sigues, no desesperarás si la ruegas, no te perderás si en ella piensas. Si
ella te tiene de su mano, no caerás; si te protege, nada tendrás que temer; no
te fatigarás, si es tu guía; llegarás felizmente al puerto, si ella te ampara;
y así, en ti mismo experimentarás con cuánta razón se dijo: Y el nombre de la
virgen era María.”