II domingo después de Pentecostés
COMENTARIO AL EVANGELIO
San Jerónimo
San Jerónimo
Tengamos hambre de Cristo y Él
mismo nos proporcionará el pan del cielo. “Danos hoy nuestro pan de cada día”.
Quienes esto dicen sienten hambre; los que desean pan es porque están
hambrientos. El que dice “Danos hoy nuestro pan de cada día” está expresándose como
alguien que tiene hambre. Proporciona alimento a los hambrientos. Hay quien
piensa que este versículo se refiere al pan celestial del misterio. Y estamos
de acuerdo con ello, porque es verdadera carne de Cristo y verdadera sangre de
Cristo. Ofrezcamos incluso una nueva interpretación. El pan de Cristo y su
sangre es la palabra divina y la doctrina celestial.