MARTES DE PASCUA CON SANTA TERESA DE JESÚS
Si estáis alegre, miradle resucitado; que
sólo imaginar cómo salió del sepulcro os alegrará. Con qué claridad y con qué
hermosura salió!; ¡con qué majestad, qué victorioso, qué alegre! Como el que
venció en la batalla en la que ganó un Reino tan grande que todo lo quiere para
vos, junto con él. Pues ¿es mucho pediros que volváis una vez los ojos para
mirar a quien tanto os da? (C 26, 4).