NO SABE NI ENTIENDE EL
BIEN QUE TIENE…
No es poco el trabajo que tienen las almas
a quienes Dios da, por su bondad, este fuego de amor suyo en abundancia, cuando
ven que no tienen fuerzas corporales para hacer algo por El: es una pena grande
porque, como le faltan fuerzas para echar leña en este fuego y ella muere
porque no se apague, me parece que ella interiormente se consume y se hace
ceniza y se deshace en lágrimas y se quema y es harto tormento, aunque es
sabroso.
Alabe mucho al Señor el alma
que ha llegado aquí y tiene fuerzas corporales para hacer penitencia, o le dio
estudios y talentos y libertad para predicar y confesar y acercar las almas a
Dios; que no sabe ni entiende el bien que tiene, si no ha experimentado lo que
es no poder hacer nada en servicio del Señor, cuando está recibiendo siempre
mucho de El (V 30, 21).