SÁBADO IN
ALBIS CON SANTA TERESA DE JESÚS
Yo no
tendría por seguro, por favorecida que un alma esté de Dios, que se olvidase de
que en algún tiempo se vio en miserable estado; porque, aunque es cosa penosa,
aprovecha para muchas. Quizá como yo he sido tan ruin, me parece esto, y ésta
es la causa de traerlo siempre en la memoria.
Las que
han sido buenas, no tendrán que sentir, aunque siempre hay quiebras mientras
vivimos en este cuerpo mortal. Para esta pena ningún alivio es pensar que tiene
nuestro Señor ya perdonados los pecados y olvidados; antes añade a la pena ver
tanta bondad y que se hacen mercedes a quien no merecía sino infierno.
Yo pienso
que fue éste un gran martirio en San Pedro y la Magdalena; porque, como tenían
el amor tan crecido y habían recibido tantas mercedes y tenían entendida la
grandeza y majestad de Dios, sería harto recio de sufrir, y con muy tierno
sentimiento. (M VI, 4)