DOMINGO DE
LA DIVINA MISERICORDIA CON SANTA TERESA DE JESÚS
Pues
si la grandeza de Dios no tiene término, tampoco lo tendrán sus obras. ¿Quién
acabará de contar sus misericordias y grandezas? (Ex 18, 2-4). Es imposible. Y
por eso no os maravilléis de lo que he escrito y de lo que voy a escribir,
porque es un resumen de lo que hay que contar de Dios. Demasiada misericordia nos
ha demostrado comunicando estas maravillas a quien nos las pueda contar. Pues
cada una de nosotras tiene alma pero, como no valoramos como lo merece una
criatura hecha a imagen de Dios, tampoco entendemos los grandes secretos que
encierra (VII M 1, 1).