viernes, 4 de noviembre de 2016

EL ROSARIO DE HOY CON SAN CARLOS BORROMEO

 Por la señal... 

Monición inicial: Se hace hoy memoria de san Carlos Borromeo, obispo, que nombrado cardenal por su tío materno, el papa Pío IV, y elegido obispo de Milán, fue en esta sede un verdadero pastor fiel, preocupado por las necesidades de la Iglesia de su tiempo, y para la formación del clero convocó sínodos y erigió seminarios, visitó muchas veces toda su diócesis con el fin de fomentar las costumbres cristianas y dio muchas normas para bien de los fieles. Pasó a la patria celeste en la fecha de ayer (1584)

Entre esos consejos decía: “elige al a gloriosa Virgen María por tu protectora, a la cual recurrirás con especialidad en todas tus necesidades.”

Señor mío Jesucristo…


MISTERIOS DOLOROSOS

1. La Oración de Jesús en el Huerto

“Lo que principalmente se debe atender, y procurar, es la gracia de Dios, sin la cual no se puede vivir cristianamente. A esto ayudará tener el santo temor de Dios, que es el principio de nuestra salud, y de todo bien, guardándose de hacer cosa, que ofenda sus purísimos ojos.”.

2. La flagelación de Jesús atado a la columna.

“Guárdate de murmurar, injuriar y de quitar la fama a ninguno. Jamás cuentes cosa de alguno que le pueda turbar su paz y quietud; y guárdate de sembrar discordias. Guárdate de las palabras disolutas, aún de las ociosas.”

3. La coronación de espinas

“Procura con la Divina gracia refrenar la ira en las cosas que cada día sucedan en tu casa o fuera; y no comiences al punto a alborotarte, y dar gritos para que no se sigan mayores inconvenientes. Acuérdate de sufrir los defectos de otros, ya sean de los domésticos, o extraños, como tú quisieras que otros sufrieran los tuyos.

4. Nuestro Señor con la cruz a cuestas camino del Calvario

“Acuérdate que eres Cristiano, y que por lo mismo has de sufrir con paciencia por amor de Cristo las injurias que te hicieren, perdonarlas, volver bien por mal, y rogar por tus enemigos.”

5. La crucifixión y muerte del Señor

“Espera el premio de todas tus fatigas de Cristo, y no del mundo.”