martes, 15 de noviembre de 2016

EL ROSARIO DE HOY CON SAN ALBERTO MAGNO



 Santo Rosario.
Por la señal... 
Monición inicial: Se celebra hoy a San Alberto, apellidado "Magno", obispo y doctor en Iglesia, que ingresó en la Orden de Predicadores en París, enseñó de palabra y en sus escritos las disciplinas filosóficas y divinas, y fue maestro de santo Tomás de Aquino, uniendo maravillosamente la sabiduría de los santos con la ciencias humanas y naturales. Después se vio obligado a aceptar la sede episcopal de Ratisbona, esforzándose asiduamente en fortalecer la paz entre los pueblos, pero al cabo de un año prefirió la pobreza de la Orden a toda clase de honores y murió santamente en Colonia en el año 1280.
Señor mío Jesucristo…
MISTERIOS DOLOROSOS
1. La Oración de Jesús en el Huerto
“Lo más provechoso en nuestra vida es lo que nos sirve para el perdón de los pecados y la plenitud de la gracia. Él, el Padre de los espíritus, nos instruye en lo que es provechoso para recibir su santificación. Su santificación consiste en su sacrificio, esto es, en su ofrecimiento sacramental, cuando se ofrece al Padre por nosotros y se ofrece a nosotros para nuestro provecho.”
2. La flagelación de Jesús atado a la columna.
““Para la verdadera caridad, es gran motivo, el verdadero y perfecto conocimiento del bien, porque en él está encerrada la materia de todo el amor. Es a saber, la nobleza, la santidad, la potencia, la sabiduría, y providencia, etc. También es grande estímulo para ejercitar esta caridad, el amor eterno con que el Señor nos ama, inmenso, continuo y fidelísimo.”
3. La coronación de espinas
“Querer bien a quien me quiere, la naturaleza nos lo enseña, la cual no merece vida eterna; mas amar de veras al que no nos ama, es gracia Divina.”
4. Nuestro Señor con la cruz a cuestas camino del Calvario
“Muchos creen que les basta desear al prójimo la vida eterna, la cual ellos ni se la pueden dar, ni quitar; y así también la desean a los infieles y paganos: y no quiere acordar que habiendo el Señor dado la vida por sus enemigos, nosotros estamos obligados a dar no solamente la hacienda, sino también la vida por nuestros hermanos y cristianos en tiempo de necesidad.”
5. La crucifixión y muerte del Señor
“Estando junto a la Cruz de su Hijo la Bienaventurada Virgen, Ella sola tuvo fe y compasión del crucificado, que era Dios y hombre al mismo tiempo… Y así sólo a Ella le fue dado este privilegio, a saber, comunicar el mérito de la Pasión. Para hacerla partícipe del beneficio de la Redención, quiso Dios que fuese también partícipe de la pena de la pasión. Como colaboradora de la Redención, por su compasión, así fue hecha Madre de todos por la Recreación. El mundo está muy obligado a Dios por su Pasión por nosotros, y también lo está a la Virgen María por su Compasión.”