Yo te adoro, cuerpo de
Cristo, desfigurado, muerto y llagado por mi amor.
Bendito seas... Cielos y
tierra te glorifiquen y den loor.
Yo os adoro, llagas
sagradas del Redentor.
Seáis benditas, porque
os recibe por mi amor.
Yo te adoro, taladrada
por las espinas, cabeza del Hijo de Dios.
Bendita seas, porque
padeciste por mi amor.
Yo os adoro, sagradas
sienes, desgarradas por corona de dolor.
Seáis benditas, porque
sufristeis tan gran tormento por mi amor.
Yo te adoro, hermoso
rostro, afeado y demudado por el dolor.
Bendito seas, pues lo
sufriste por mi amor.
Yo os adoro, ojos
piadosos y amorosos, eclipsados por la muerte.
Seáis benditos, pues la
aceptasteis por mi amor.
Yo te adoro, lengua
divina, amargada con la hiel y vinagre, órgano del Espíritu del Señor.
Bendita seas, porque
enmudeces... por mi amor.
Yo os adoro, oídos
santos, cerrados al mundo, que oísteis los clamores del pobre y del pecador.
Seáis benditos, porque
os cerrasteis por mi amor.
Yo os adoro, manos
divinas de mi Salvador, heridas por hacer bien a los hombres.
Seáis benditas, pues
trabajasteis... por mi amor.
Yo te adoro, pecho
florido, lugar de gloria, torre de fuertes, casa de bienes, centro de amor.
Bendito seas, pues tus
tesoros son ricas dádivas al pecador.
Yo te adoro, costado
abierto, puerto del cielo, nido del alma, lecho florido, fragua de amor.
Bendito seas, amor de mi
alma, costado abierto del Redentor.
Yo te adoro, Corazón
Santo, amor del alma, fuente de amor.
Bendito seas, porque Tú
eres mi cielo y gloria, mi bien y amor.
Yo os adoro, pies
lastimados, buscando en vano al que huye del
Salvador.
Seáis benditos, pues os
cansasteis por mi amor.
Yo te adoro, Sangre de
Cristo, rubí precioso, rosa florida de suave olor.
Bendita seas, porque
manaste por mi amor.
Yo te adoro santo
sudario porque envuelves a mi Amor.
Bendito seas, porque
provees a su pobreza por mi amor.
Yo te adoro, santo
sepulcro: feliz encierras, rico tesoro, mi Salvador.
Bendito seas, tan
glorioso, en ti me encierro, y te ruego guardes mi corazón.
Santo sepulcro, llagas
sagradas, cuerpo de Cristo, noble sudario, todos os loen y den honor.
Porque benditos son tus
tesoros, y en la mi muerte con ellos duerma, muera y repose mi corazón. Amén.